Cocentaina vuelve a ser cristiana y pone fin a sus fiestas
Cocentaina puso ayer por la tarde el punto y final a sus fiestas de moros y cristianos en honor a San Hipólito Mártir y lo hizo con el Alardo vespertino y la última batalla entre las tropas de la cruz y la media luna.
A las seis y media se efectuó la Estafeta en la que los cristianos reclamaron la entrega de la Villa por parte de los moros. Tras el rechazo de los sarracenos comenzó la embajada, declamada por David Pascual Bonet, y esta terminó sin acuerdo así como emplazándose ambos bandos para la lucha cuerpo a cuerpo mediante los arcabuces “xoqueu les armes contra la roca, alceu les banderes cristianes, salvem ja Cocentaina. Crideu a tot pulmó, Desperta Ferro, Desperta!”, concluyó enfurecido el Embajador su intervención.
Las palabras dieron paso a la batalla y finalmente en la plaza de El Pla, ante el Castell, los cargos se enfrentaron con espadas y sable en mano. La historia acabó imponiéndose y los de Jaume I se proclamaron vencedores y de nuevo la enseña de la cruz volvió a lo alto de la fortaleza.
Los minutos finales de la trilogía festera estuvieron reservados para el acto de Acción de Gracias en el Monasterio de la Mare de Déu del Miracle junto al traspaso de cargos. De esta forma en 2018 las filaes Cavallers de Llúria y Kabileños desempeñarán las capitanías mientras que Maseros y Muladís serán los encargados de desempeñar el cargo de abanderado.
La jornada acabó con el traslado del Sant Hipòlit ‘El Xicotet’ hasta la iglesia del Salvador donde con el canto del Himno al patrón y unas palabras del párroco, Don Ramón Micó, dieron por finalizados los festejos de este 2017 que han contado con la organización de una nueva Junta de Fiestas presidida por Hipòlit Borràs Martínez.