Cocentaina vibra con el gran espectáculo de sus Entradas
Cocentaia volvió a vibrar ayer con el gran espectáculo de sus Entradas de moros y cristianos, un desfile que este año recuperó su anterior horario de inicio para arrancar desde la parte alta del Passeig del Comtat a las siete en punto de la tarde. Miles de personas, sentados en las sillas repartidas por el trayecto, en las tribunas de El Pla o en las terrazas de los bares, disfrutaron de este acto festero que comenzó pidiendo la protección del patrón al grito de ‘Visca Sant Hipòlit’.
Una Entrada Cristiana guerrera y al ritmo marcial dels Cavallets
La Colla Mal Passet se encargó una vez más de abrir la Entrada Cristiana dando paso seguidamente al banderín de la Filà Gentils, formación fundada en 1963, y que este año tiene la responsabilidad de asumir el cargo de capitán. Las danzas guerreras, protagonizadas por pequeñas y adultos, fueron la avanzadilla del máximo representante de las tropas de la cruz. Sergio Moncho Moya llegó precedido de su guardia personal así como rodeado de su favorita y rodellas; su mujer María del Mar Albadalejo, su sobrina Julia Moncho y sus hijos Mateo y Adrián. Este último hizo su Entrada a lomos de un caballo y precediendo a sus padres. El capitán del bando cristiano tuvo además el acompañamiento musical de la marcha cristiana Monchalba de Francisco Valor Lloréns interpretada en este caso por la Agrupación Musical ‘El Delirio de Gorga’. El diseño del cargo, realizado por Ropería Chimo, destacó por la presencia de los tonos verdes en relación a la indumentaria oficial de la filà así como por el uso de complementos como pieles y cueros. Finalmente una guerrera escuadra de negros, con un imponente casco en forma de animal, puso el colofón al paso de la capitanía.
A continuación llegaron las filaes Cavallers de Llúria, Contestanos, Contrabandistas y Cavallería Ministerial. Estos últimos desempeñaron la bandera cristiana y su boato lo encabezó su clásica Escuadra Seria a los sones de la pieza ‘Cavalleria Ministerial’ de Enrique Torró Insa. Después pudimos ver una exhibición de animales de cetrería y una simbólica coreografía de Gabriel Amador basada en la mitología que dio paso a las carrozas de los caballeros y las damas. Un caballo de respeto anunció la venida del abanderado, Sergio Navarro Cantó, que para la ocasión lució un traje de corte guerrero con colores blancos y rojos y negros. Al cargo le flanqueaban la favorita (Cristina Flores) y la rodella (Julia Navarro) luciendo un diseño de similares características con el color rojo como protagonista. Por último la escuadra de negros, con el Caballo como símbolo identificativo, marcó el punto y final a esta puesta en escena a los sones de la Banda de Muro y ‘Antebellum’ de Francisco Valor. Por último las filaes Maseros, Cruzados y Almogávares echaron el cierre al desembarco de las tropas de Jaume I en la Villa Condal.
Elegancia y evocación árabe en la Entrada Mora
Pasadas las nueve de la noche comenzó la Entrada Mora al ritmo de las suntuosas piezas que interpretó la Colla Mal Passet. En esta ocasión fue el banderín de la Filà Guardia Jalifiana Sahorins el que anunció el inicio de esta parte del desfile y en el boato de su capitanía mora ya se pudieron ver desde el primer instante coreografías y danzas árabes que trasladaron al espectador hasta la época en la que los sarracenos dominaban la Península Ibérica. Las Damas del Capitán en carroza y la escolta a caballo anunciaron la llegada del máximo representante de las fuerzas mahometanas sobre una gran carroza. Jaime Pérez Cardona, lució un traje elegante y señorial, en el que destacaban los colores marfil, amarillos y verdes en relación clara hacia su Filà. Le acompañó en este baño de multitudes por el Passeig del Comtat y El Pla el Ateneu Musical con la marcha mora ‘Al Karmel’ de Santi Revert. Seguidamente la escuadra de negros, con un gran tocado de plumas en la cabeza de los componentes, despidió esta majestuosa capitanía que cautivó al público.
La Entrada Mora siguió después con el paso de las filaes Kabileños, Bereberes – Borts y Bequeteros. Esta última formación presentó una escuadra especial con motivo del 75 aniversario de su fundación, que se cumplió el pasado año, pero que han celebrado en 2017 para evitar coincidir con el cargo de bandera que desempeñaron en las pasadas fiestas. El diseño de esta escuadra fue atrevido y de reminiscencias africanas, con tonos rojos, azules y blancos, y desfiló a los sones de ‘Ropería Chimo’ y ‘Al Botijó’ de Francisco Valor. Después fue el turno de la filà Muladís, la Manta Roja y los Mudéjares. También esta Filà sacó a la calle una Escuadra Especial por el 75 aniversario de su fundación y en este caso el traje apostó por los colores identificativos de su diseño original como son el amarillo y el verde. La música interpreada en esta ocasión fueron las piezas ‘Als Ligeros’, ‘El Moro del Cinc’ y ‘El President’.
El broche de oro a este mágico desfile lo puso la Filà Llana, con su cargo de abanderado moro, en el que se recreó la vida de los árabes que poblaron el Raval de Cocentaina y las tierras de El Comtat en el siglo XIII. Los bailes orientales de Alicia Montava, recreando las especies aromáticas de la cocina moruna, y los caballeros sobre caballos anunciaron la venida de Christian Molines Castellá. El joven abanderado moro, que también es miembro de la Unión Musical Contestana, lució un traje de estilo guerrero en el que destacaba el bombacho granate y la faja de color verde. Le acompañaron sus favoritas (Mireia Gisbert y Aitana Gisbert) y rodella (Ernesto Francés) en una carroza que simuló una jaima mientras sonaba con fuerza la marcha mora ‘Al Karis’ de Mario Coloma Cerver. La Escuadra de Negros formada por mujeres contó con el cabo batidor en camello y con un diseño en el que el amarillo fue el color dominante. De esta forma se cerró el acto rozando la una de la madrugada en la Plaza de El Pla.