marzo 2018

Cocentaina inició el pasado sábado la cuenta atrás hacia las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu del Miracle con la presentación del programa-revista y también el descubrimiento del cartel anunciador de los festejos que se celebraran entre el 18 y el 21 de abril. Este sencillo acto tuvo lugar en el Monasterio de la Virgen del Milagro, abarrotado al completo de público, y en el mismo se dio a conocer en primer lugar la obra que anunciará las fiestas de la Mareta y que este año ha realizado la diseñadora contestana Noelia Marset Castelló.

El mencionado cartel apuesta por el simbolismo con elementos como las palomas o las flores al mismo tiempo que rinde un homenaje a Las Clarisas mediante la presencia de la imagen de Santa Clara “ellas son las que custodian a la Mare de Déu y a mi de pequeña siempre me impresionaba como lloraban cuando la Virgen dejaba el Monasterio para ser trasladada a la parroquia de Santa María. Las flores representan la devoción que tiene Cocentaina a su patrona y las palomas tienen un significado especial para mí porque mi padre es muy aficionado y siempre esperamos verlas el 19 de abril cuando se lanzan al salir la Mareta de la iglesia”, explicaba la autora. Noelia Marset ha dedicado el cartel a su madre Chelo Castelló, recientemente fallecida, y apuntó que para realizar el mismo había empleado la pintura acrílica, pintura y retoque digital y un acabado con pan de oro.

Posteriormente el coordinador de la revista, Joanjo Llorens, detalló el contenido de esta en la que se incluyen los habituales saludas institucionales y religiosos, artículos de investigación y sobre las fiestas de la Mare de Déu, un apartado sobre los preparativos del V Centenario que se celebrará en 2020, otro sobre miscelánea con contenido diverso relacionado con la Mareta y el programa de actos. La publicación alcanza la edición número 62 y reproduce en su portada el cuadro de la Mare de Déu de Rafelbunyol; municipio valenciano donde la Virgen del Milagro también es patrona por influencia de la Villa Condal.

La jornada acabó con el descubrimiento del cartel en la fachada del Monasterio, el disparo de una sonora traca y el reparto de la revista a todos los presentes.