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El Ayuntamiento de Castalla ha recibido hasta cinco peticiones para instalar plantas fotovoltaicas en el municipio. Las solicitudes sumarían 800 hectáreas, más del doble del núcleo urbano, y vecinos así como entidades locales han denunciado el impacto paisajístico y medioambiental que provocarían las placas solares.

El alcalde, Antonio Bernabéu, ha informado que los técnicos municipales ya han remitido a la Generalitat Valenciana, a través de las Consellerias correspondientes; la documentación oficial con la que inicia los trámites para modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Esto  permitirá paralizar las diferentes iniciativas industriales que promueven macroinstalaciones fotovoltáicas en el municipio. Además el primer edil ha reconocido la utilidad pública de las energías limpias, pero ha defendido que son las propias instalaciones las que deben proteger el entorno natural y los valores medioambientales de todos los municipios que las acogen. Bernabeu ha recordado de igual forma que en enero se inició el procedimiento para impedir estas macroindustrias en suelo de Castalla «por eso promovemos blindar nuestro territorio a estos proyectos. En el Ayuntamiento estamos totalmente en contra de acoger estas mastodónticas instalaciones en nuestro pueblo que supondrían un enorme impacto paisajístico y para el medio ambiente«, afirma.

La decisión de instalar o no estas centrales es una competencia de la Generalitat a través de diferentes Consellerias como son las de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, la de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad y la de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo. Estos organismos son los competentes para tramitar las autorizaciones. No obstante, como se ha trasladado al Consistorio de Castalla, desde Generalitat tendrán en cuenta y apoyarán la postura de cada municipio de acuerdo con los intereses que manifiesten sus representantes.