6 octubre, 2016

Artículo de opinión de Rafael Montava, portavoz del Partido Popular em Cocentaina

A principios de esta legislatura, los partidos políticos nos “desayunamos“ con el anuncio en prensa de la firma de un convenio (de manera unilateral por parte del gobierno contestano) con la Conselleria  de Infraestructuras y el Ministerio de Fomento de Ayudas al Programa para el Fomento de Ciudades Sostenibles y Competitivas  2015, es decir,  una subvención cuyo destino era el de la  construcción de 17 viviendas  adaptadas de nueva planta en el casco antiguo.

Ante nuestra sorpresa, ya que se desconocía esta acción (según el PSPV-PSOE porque no había tiempo para explicarla), expresamos las dudas que teníamos tanto nosotros como el resto de formaciones. Cabe recordar que el proyecto se rescató de los  cajones municipales donde se hallaba abandonado y que para mayor inri se anunció a bombo y platillo pese a que tenía graves problemas aún sin resolver, por ejemplo; que el suelo donde supuestamente se iban a levantar las viviendas sociales pertenecía a terceras personas.

El Partido Popular expreso los problemas de tiempo, planificación, ejecución y sobre todo de propiedad.  Al igual que la necesidad de utilizar en primer término (aunque fuera con otro tipo de subvenciones) los inmuebles municipales o los que pudiéramos conseguir de particulares o entidades financieras antes de ejecutar un proyecto que suponía mucho mayor coste y venía con graves carencias de serie.

Centrándonos en que que los solares no eran de propiedad municipal y había que negociar con sus propietarios la compra, ¿Porque se anunció a bombo y platillo algo que no estaba concretado? ¿Que diríamos si un promotor de viviendas  plantea construir un edificio en un solar que no es de su propiedad? Como era previsible pronto  empezaron los problemas y se fueron desestimando ubicaciones hasta que finalmente, viendo la imposibilidad de la realización del proyecto, en Junta de Gobierno se desiste del mismo y se renuncia a la subvención; justificando que no son  errores del equipo de gobierno sino, según explican,  de las partes por no llegar a un acuerdo para la cesión de los suelos.

¿Se anunciará ahora a bombo y platillo que no se van a construir las viviendas sociales que se presentaban como un “compromiso electoral”? Sospechamos que no. Pero la realidad es que la gestión del proyecto a sido tan mala como poco ética su publicidad.

El Partido Popular de Cocentaina siempre ha expresado que la administración debe dotar de mínimos habitacionales a las personas sin recursos o que eventualmente sufran una situación de desamparo. Pero la solución no pasa por arruinar a los contribuyentes para que sufraguen proyectos demagógicos sino por establecer prioridades. Eso significa que si se pueden acondicionar las viviendas que son propiedad municipal o se pueden conseguir viviendas de terceros (ya construidas) no tiene ningún sentido no explotar esas vías antes de inmiscuirse en subvenciones que no vamos a poder cumplir.

Una vez más el equipo de gobierno rescata un proyecto que todo el mundo ve con problemas pero hace oídos sordos a los requerimientos y al sentido común, para finalmente y casi a escondidas, decir, parafraseando a su ideólogo Sánchez: que “NO” se realizará.