Comemos peor de lo que creemos: cómo el precio de los alimentos está perjudicando nuestra dieta

 

Nuestra alimentación no es tan saludable como creemos. Esa es la conclusión a la que llegan los expertos nutricionistas a la hora de evaluar los hábitos de la población.

«La gente piensa que tiene una buena alimentación, pero realmente muchos de ellos no saben el significado de esto», ha asegurado Javi Picó, nutricionista, en declaraciones a Cope Alcoy. Y es que según publica el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), tras una encuesta realizada a la ciudadanía, el 75% de las personas consultadas considera que lleva una alimentación saludable. Sin embargo, caen en una serie de contradicciones. Uno de ellos, el temor a los carbohidratos.

Según refleja el estudio, el 45% de los encuestados considera que hay que eliminar los carbohidratos de la dieta si queremos perder peso. Sin embargo, esto no es así. «Cuando se almacenan en el cuerpo van asociados a moléculas de agua. Si los quitas, pierdes esa agua. Bajas de peso rápido, pero el objetivo no es perder agua, sino grasa», explica Picó. Y es que, al contrario de lo que se piensa, los carbohidratos son fundamentales para el cuerpo. «Son sinónimo de combustible en el cuerpo. No podemos quitarlos. Si eliminamos los carbohidratos vas a tener un déficit de energía, vas a sentirte cansado», añade el nutricionista.

Una mala alimentación también puede contribuir al desarrollo de enfermedades. «La gran mayoría de personas llevan una alimentación alta en proteínas, altas en grasas y alta en azúcares. Como consecuencia de esto, es una dieta pobre en vegetales. Eso desencadena un déficit de vitaminas y minerales que da paso a patologías como obesidad, diabetes o hipertensión«.

Pero, ¿a qué se debe este desconocimiento? En gran medida, explica Picó, a una falta de educación alimentaria desde pequeños. Y a esto se suman otros factores, como los anuncios publicitarios de comida rápida. Pero también está influyendo el precio de los alimentos. Recurrimos a lo más barato, que no siempre es lo mejor para nuestra alimentación. «Por ejemplo, si hay fruta y galletas al mismo precio, la gente opta por las galletas», añade el nutricionista.

Imagen: Cope

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