Informativo matinal viernes 9 de mayo 2025 (07:50h)
La elección del nuevo Papa, y la forma en la que se ha recibido la noticia en nuestras comarcas, es uno de los asuntos que os hemos contado en esta jornada.
El cardenal Prevost fue elegido ayer por los cardenales electores en el cónclave nuevo Sucesor de Pedro con el nombre de León XIV. Una vez que el cardenal Protodiácono había proclamado al mundo “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!” (“¡Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa!”), el nuevo Pontífice se asomó a la logia (ventana central) de la Basílica de San Pedro para saludar a los fieles que se congregaban en la plaza vaticana, e impartir la bendición ‘Urbi et Orbi’ de Roma al mundo.
León XIV salía recuperando la estola bordada al igual que hicieron Benedicto XVI y Juan Pablo II y, muy emocionado y bajo el grito de “¡Viva el Papa!” o “¡León, León!”. Ante una Plaza de San Pedro abarrotada, el Pontífice americano emitía un saludo de paz los fieles, el “primer saludo de Cristo resucitado”. “Yo también quiero que este saludo de paz entre en vuestro corazón, que llegue a vuestras familias, a todas la personas, donde estéis, a todos los pueblos, a toda la tierra. Que la paz sea con vosotros”, expresó.
Prevost pidió ayuda a la gente para “construir puentes de paz” con el objetivo también de buscar la justicia e invita a hacerlo sin miedo y dirigió un saludo de paz en sus primeras palabras desde el balcón de la Plaza de San Pedro.
El Papa León IV destacó también el legado de su antecesor, Francisco, del que recordó que aún conservamos “en nuestros oídos la voz débil pero valiente“ cuando impartía la Bendición ‘Urbi et Orbi’ el Domingo de Resurrección, un día antes de su muerte el 21 de abril.
“Permitidme que yo continúe esa misma bendición, Dios os quiere, Dios os ama a todos, el mal no va a prevalecer, estamos todos en las manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos, mano a mano con Dios, caminemos adelante. Seamos discípulos de Cristo, Cristo nos precede. El mundo tiene necesidad de su luz, la humanidad necesita de él como puente“, manifestó.
León XIV también recordó en castellano a su “querida” diócesis de Chiclayo, en Perú, de la que fue misionero: “Y si me permiten también una palabra, un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú”, proclamó.