13 septiembre, 2020

“De momento en septiembre nada va bien”. Pero lo sabíamos, y lo sabían más los responsables sanitarios, y lo sabían desde marzo cuando ya hablaban de segura segunda ola de contagios.

Y no se han hecho bien los deberes, nadie los ha hecho, unos por relajación excesiva, otros por dejadez en sus funciones. No se ha dotado de los medios adecuados, ni personales ni materiales a Atención Primaria, eran fundamentales los rastreadores y no estaban, era imprescindible reforzar los ambulatorios en primer lugar y de seguido los hospitales y no lo están.

Sobran homenajes y aplausos y falta efectividad y hacer lo que toca con la prioridades debidas.

Y ahora vamos de parches y de improvisación, de mal en peor. Nos confinamos porque lo decretaron, ahora sin tener aparentente ningún plan aquí estamos, sumando positivos, después de un verano que había que vivir lo más normal posible en las playas, y ahora con los colegios y universidades abiertos.

Y sigue siendo cosa de todos, porque el virus no respeta fronteras ni conoce de colores políticos. Distingue eso sí pobres de ricos, zonas abusivamente pobladas de zonas residenciales, y ya afecta a todos a jóvenes y a mayores.

Y seguimos con el baile de cifras pero con una realidad inocultable siguen aumentando los contagios y la consiguiente presión hospitalaria y de ingresos en UCI.

No, no vamos bien, y no parece que hayamos aprendido mucho, por no decir que no hemos aprendido nada, pero seguimos sabiendo que hay que cortar los contagios y acabar con el bicho, porque además si no lo hacemos olvidémonos de la recuperación económica.

Tendremos vacuna cuando la tengamos mientras tanto y no lo olvidemos nos jugamos ni más ni menos que la vida.

DISTANCIA DE SEGURIDAD, LIMPIEZA DE MANOS, MASCARILLA.