marzo 2020

En un año, 2020, en el que hemos llorado el fallecimiento de personalidades tan ilustres de nuestra cultura como Isabel Clara Simó, Juan Alfonso Gil Albors o Pep Cortés, este es un nombramiento por el que hay que alegrarse y congratularse. Un reconocimiento al patrimonio cultural e histórico que tenemos, al esfuerzo y dedicación de particulares y asociaciones que se dedican en cuerpo y alma (muchas veces, incluso, desinteresadamente) a fomentar todo tipo de actividades y aumentar, tanto en cantidad como en calidad, la oferta cultural de Alcoy. Una distinción, en definitiva, a un pueblo que tradicionalmente se ha caracterizado por la inquietud de sus habitantes en esta área; que ha dado, y sigue dando, nombres ilustres en todas las variantes del mundo de la cultura; y que ahora, gracias a ello, será distinguida con esta capitalidad cultural.

Pero esto también supone una responsabilidad. Porque no podemos ni debemos caer en la autocomplacencia y pensar que todo está conseguido y que la meta se ha alcanzado. Alcoy tiene una rica y variada oferta cultural, pero también tiene algunas carencias. Sin ir más lejos, nos encontramos con que uno de los grandes espacios teatrales de la ciudad, el Principal, sigue sin gestión estable. Una situación que se alarga en el tiempo más de lo que hubiera sido deseable y que no tiene visos de solución a corto plazo. Tampoco podemos olvidar la nula oferta de conciertos musicales de pop / rock que existe actualmente (algo que en Ciudadanos Alcoy venimos demandando reiteradamente desde la anterior legislatura), cuando en poblaciones de nuestro entorno, como Ibi u Onil, tienen un cartel tan atractivo.

También deberíamos aprovechar la coyuntura para impulsar un proyecto que está llamado a ser uno de los grandes referentes de la ciudad, tanto a nivel cultural como turístico. Me refiero, por supuesto, al museo de Camilo Sesto, para el que Cs Alcoy hemos conseguido dotación presupuestaria en la partida de este mismo año, y que esperamos que sea una realidad lo antes posible.

Seguro que podríamos señalar más posibilidades de mejora en diferentes sectores, pero no es este el momento. Todo lo contrario. Como he empezado diciendo, hay que alegrarse por este nombramiento y disfrutar de este año de capitalidad cultural y de todo lo que pueda suponer. Y, por supuesto, de trabajar codo con codo con el gobierno local para, en primer lugar, apoyar a las numerosas asociaciones que tenemos y facilitar su labor para que sigan creciendo en el futuro. Y, en segundo lugar, pero no menos importante, para que no nos durmamos en nuestros laureles y continuemos creciendo y aumentando nuestro patrimonio y oferta. Porque, como dijo el escritor y dramaturgo francés Alfred de Musset, “lo realmente importante no es llegar a la cima, sino saber mantenerse en ella”.