2016

Artículo de opinión de Edu Tormo, concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Alcoy

Celebramos la “Semana Europea de la Movilidad”, y ya me gustaría que no tuviera que celebrarse. Eso significaría sin duda, tener el asunto totalmente superado y el problema resuelto…

Recuerdo que, ya en mis primeros pasos en la escuela de ingeniería, estaba muy de moda una “expresión” que me ha acompañado hasta hoy: La “Ciudad del peatón”. Unas palabras sencillas y fácilmente entendibles, pero con múltiples interpretaciones dependiendo de quién las haga.

La lectura detenida de la bibliografía existente, cambió radicalmente mi sensibilidad a la hora de entender cómo debían funcionar las ciudades y cómo las debíamos diseñar.

Nuestros entornos urbanos han ser más amables con las personas, más sostenibles… y los vehículos deben ceder parte de su espacio hegemónico para facilitar una mejor convivencia con el peatón (más espacios para aceras, menos para calzadas).

La movilidad debe pasar por la educación vial, algo que, ya hace años se está impulsando desde la administración. Los problemas de movilidad se deben solucionar con potentes, eficientes y económicos, muy económicos, transportes públicos, así como facilitando itinerarios peatonales y ciclistas, cómodos y agradables. Esto que puede parecer una frivolidad, en grandes ciudades como Madrid o Barcelona se ha impuesto a la fuerza, ¿imaginan que la movilidad en estas ciudades se solucionara solo con vehículos particulares? Es verdad que el tráfico en ellas es infernal, pero también es verdad que sí no hubiera metropolitano y buses públicos sería insufrible.

Regresemos a nuestra realidad, Alcoy como cualquier pequeña ciudad española, ofrece en materia de movilidad unas condiciones óptimas, nuestras distancias a pie difícilmente superan los quince o veinte minutos y estas distancias son las que recorre cualquier ciudadano de una gran ciudad para llegar de su casa a la parada del metro. Sin embargo, los alcoyanos, también el resto de españoles, hacemos uno uso abusivo del coche para, apenas, ganar unos minutos en el desplazamiento y a cambio encontrar algún que otro problema de aparcamiento.

Hace unos años en una reunión con antiguos alumnos de promoción, intercambiamos opiniones sobre cómo nos iba en la profesión y en la vida en general. Y como en todos los foros, había quien le iba mejor y a quien le iba peor, pero recuerdo que, cuando yo les dije que, era el que mejor calidad de vida tenía, el menos expresivo esbozo una sonrisa, para acabar reconociendo que lo que yo tenía no lo tenían ellos. Y es que yo vivo en Alcoy, a 10 minutos a pie de mi trabajo, a 5 del colegio que yo he elegido para mis hijos, a 5 de la zona comercial y hago apenas 7000 u 8000 km al año en coche. Es decir Alcoy, con un nivel de servicios aceptable, por sus distancias me permite no perder tiempo ni dinero en grandes desplazamientos limitando el uso del vehículo simplemente al ocio del fin de semana.

Con estas reflexiones quiero,  por una parte, poner en valor las ventajas y calidad de vida que nos ofrece nuestra ciudad de Alcoy y,  por otra, invitar a todos los alcoyanos a hacer un uso moderado del vehículo, tanto aquellos que se ven obligados, por diversos motivos, a coger el coche, como a los que pueden prescindir de él.

Y a las administraciones les animo a que sigan promoviendo campañas de sensibilización y educación vial y a la vez vayan adaptando las ciudades para permitir una movilidad más sostenible. Porque está claro que entre todos contribuimos a mejorar nuestro propio bienestar.