El segundo día de las Fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina estuvo marcado también por uno de los actos...

Las tropas cristianas vencen la batalla y reconquistan Cocentaina
Las Fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina agotan sus últimas horas en este lunes 11 de agosto tras casi cuatro intensas jornadas en las que la Villa Condal ha rendido homenaje al que es su patrón, San Hipólito Mártir. El Día del Alardo, ha estado marcado por la batalla entre las fuerzas de la media luna y las tropas de la cruz, habiendo ya reconquistado estas últimas el municipio después de una atronadora guerra de arcabuces. La tarde del también conocido como Día dels Trons ha incluido la Estafeta, en la que los cristianos han pedido a los moros que les entregaran el castillo, y ante el rechazo ha llegado el momento de escuchar a la Embajadora Cristiana. Esta última, papel encarnado por Marga Reche siendo la primera mujer en asumirlo, ha defendido que Cocentaina debía volver a ser cristiana a través de los versos de la Embajada que escribió en su día Iván Carbonell Iglesias: “xoqueu les armes contra la roca, alceu les banderes cristianes, salvem ja Cocentaina. Crideu a tot pulmó, Desperta Ferro, Desperta!” se pudo escuchar con fuerza en El Pla, en palabras de la misma Embajadora. La falta de acuerdo dio paso al disparo de arcabucería para rematar los más de 700 kilos de pólvora que se están empleando durante el día en la capital del Comtat, de cara a despedir la trilogía festera.
Seguidamente, las armas tomaron la palabra en la lucha cuerpo a cuerpo que han protagonizado en el Castillo de Fiestas los Capitanes y Abanderados de este año, un cruento combate en el que han vencido los cristianos, tal y como marca la historia. La victoria se ha materializado, un año más, alzando en lo alto de la torre el emblema de la cruz que tanto identifica a las fuerzas de Jaume I.
Nada más silenciarse los arcabuces, ha tenido lugar en el Monasterio de las Clarisas el acto de Acción de Gracias por las Fiestas 2025, ante la Mare de Déu del Miracle y San Hipólito Mártir. Este instante, siempre emotivo, ha incluido el traspaso de cargos anunciándose que el próximo año las Filaes Almogávares y Mudéjares desempeñarán las capitanías en ambos bandos, mientras que Contrabandistas y Bequeteros ejercerán como abanderados.
El canto del ‘Flevit Amare’, acompañando en el instante en que la Virgen del Milagro quedaba cubierta en su camarín, ha puesto fin a esta ceremonia comenzando después el retorno de la imagen pequeña de San Hipólito Mártir a la parroquia del Salvador. El volteo de campanas ha recibido al patrón en el corazón del barrio del Raval y ya en el interior, el párroco, Don Diego Pascual, ha pronunciado una oración con la que ha terminado la programación oficial de los festejos. Todo ello antes de la cena de hermandad promovida por todas las Filaes, en el entorno de la plaça Alcalde Reig, y animada por una Noche Remember que despedirá la oferta de ocio nocturno durante estos moros y cristianos.