Cocentaina se prepara para vivir este fin de semana una de sus celebraciones más arraigadas con motivo de la festividad...

Bequeteros y Cavallets vuelven a recrear ‘L’Ambaixada de les Tomaques’
En el marco de las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Hipólito Mártir de Cocentaina, este lunes se ha celebrado uno de los actos más singulares y esperados: la tradicional ‘Ambaixada de les Tomaques’, una peculiar batalla que siempre tiene lugar a mediodía del conocido como Día dels Trons y que está protagonizada por las Filaes Bequeteros y Cavalleria Ministerial.
Esta original Embajada remonta sus orígenes a una tradición que surgió cuando ambas formaciones, consideradas como de caballería, no podían disparar en el Alardo. Para poder ser partícipes del último día de la trilogía en honor a San Hipólito Mártir, idearon un combate en el que los proyectiles son tomates maduros, recolectados de las huertas contestanas y en el ecuador del verano.
La popular ‘Ambaixada de les Tomaques’ se ha desarrollado de nuevo en el recinto ferial situado junto al Centre Cultural El Teular y allí los dos Embajadores han declamado un texto repleto de humor e ironía. Francisco Castillo, el clásico Embajador de la Filà Cavallets, y su homólogo en los Bequeteros, David Javaloyes, se han enzarzado en este singular cruce dialéctico que ha finalizado de nuevo sin acuerdo. En ese instante moros y cristianos, con la única munición que tenían, se han lanzado los tomates quedando muchos de ellos cubiertos por el color rojo que deja el impacto de esta verdura. Una ‘banyà’, para limpiarse y mitigar el calor, ha puesto fin al acto antes de la clásica foto de familia de todos los participantes teniendo como telón de fondo el emblemático Castell.
Así ha culminado una intensa mañana del Día del Alardo, jornada marcada también por la batalla de arcabucería entre moros y cristianos. En ambos disparos, según la información facilitada por la Junta de Festes, se emplean este año más de 700 kilos de pólvora.












































