
Homenaje a San Hipólito 425 años después de su elección como patrón de Cocentaina
Cocentaina recordó ayer miércoles el 425 aniversario de la elección de San Hipólito Mártir como patrón del municipio. Y es que fue el 7 de mayo de 1600 cuando los vecinos de la Villa Condal, ante la grave peste que azotaba a la misma, decidieron buscar la intercesión de un patrono que les librara de una situación tan temida. Cuenta la historia local que en el interior de una bolsa se colocaron diversos nombres de santos de devoción popular siendo la mano inocente de un niño la que se encargaría de extraer el papel en el que iba a figurar quién seria el patrón de Cocentaina. Por tres veces se repitió el proceso, saliendo en cada una de ellas San Hipólito Mártir, y aceptando finalmente el pueblo al mártir como patrono tras manifestar inicialmente su disconformidad afirmando que no conocían al santo. Días después, el 10 de mayo, se le proclamó oficialmente como patrón ante las autoridades municipales de la época.
Para conmemorar esta efeméride se ha preparado una programación de actos especiales, que tienen lugar en este mes de mayo, siendo ayer una de las jornadas más destacadas. A mediodía sonaron las campanas en todas las iglesias de Cocentaina, recordando al pueblo el dia tan significativo, y por la tarde tuvo lugar la misa mayor en acción de gracias a San Hipólito tras los 425 años de patronazgo. La parroquia de Santa María se quedó pequeña durante esta celebración que presidió el Arzobispo de Valencia “San Hipólito Mártir forma parte de la historia de la Fe de Cocentaina y ver que esa devoción se conserva tan viva, y forma parte de la vida de los contestanos, es un motivo de alegría“, dijo Don Enrique Benavent a los micrófonos de COPE ALCOY.
La celebración incluyó la presentación de los recién nacidos a San Hipólito Mártir y la veneración de la reliquia. Por último, ante la iglesia de Santa María, se dispararon salvas de arcabucería con la participación de dos festeros de cada Filà de Cocentaina portando la indumentaria al completo. Se recordó así uno de los primeros actos que dan origen a los Moros y Cristianos de la población, los disparos en honor al Santo que abrieron camino siglos atrás a lo que son hoy en día los festejos que se celebran cada segundo fin de semana de agosto.