
Alcoy vive con gran devoción la Procesión de Viernes Santo
Alcoy vivió ayer uno de los actos más destacados de su Semana Santa, la solemne Procesión del Santo Entierro. El acto, que centra todas las miradas cada Viernes Santo, arrancó pasadas las siete de la tarde desde la parroquia de Santa María adelantando su inicio una hora respecto a lo que había sido habitual hasta el momento.
La cruz de guía abrió la comitiva, tras la emotiva salida del Nazareno desde la capilla de la calle Sant Blai en la que se le venera todo el año, y a partir de ahí arrancó un desfile procesional que destacó por una gran participación. Precisamente el Gremio de Labradores, acompañando a Jesús Nazareno, abrió la Procesión del Santo Entierro mientras sonaba con fuer la música tradicional de dolçaina i tabal. Junto a él centenares de devotos con cirios en sus manos, algunos de ellos en señal de promesa, quedando demostrada así la profunda devoción que la ciudad le tiene a esta imagen.
Seguidamente tomaron parte la Virgen de la Soledad, portada por mujeres, y la impresionante talla del Cristo Agonizante perteneciente a esta última cofradía siendo llevada a hombros de sus costaleros. En último lugar procesionó la Cofradía del Cristo Yacente y Nuestra Señora de los Dolores acompañando en primer lugar a La Dolorosa llevada también por mujeres costaleras. A continuación destacó la imagen de Jesús Crucificado, que también forma parte de esta última Cofradía, y finalmente acaparó todas las miradas Cristo en El Sepulcro llevada por penitentes vestidos con sus correspondientes hábitos de color marrón y negro.
El clero, encabezado por el titular de las parroquias del Centro Don Jesús Fuentes, puso fin a la Procesión del Viernes Santo. También participó una representación de la Corporación Municipal con el alcalde, Toni Francés, al frente. El acto finalizó horas después de su inicio en la Placeta del Fossar, ante la iglesia de Santa María, con una oración presidida por todas las imágenes participantes.