El toque manual de campanas presente de nuevo en la festividad de la patrona de Muro
Las Fiestas de Moros y Cristianos de Muro también incluyeron el pasado fin de semana diversos actos religiosos para rendir homenaje a la Virgen de los Desamparados. Un año más, los vecinos y las vecinas de la localidad acompañaron a la Mare de Déu en las celebraciones que se llevaron a cabo en la parroquia de San Juan Bautista, punto en el que se encontraba la patrona del municipio desde el pasado 3 de mayo, al haberse adelantado este año una semana la tradicional procesión de ‘La Baixà’ desde la ermita hasta el templo.
Allí se desarrolló en la mañana del domingo la tradicional ofrenda de flores, con la participación de las Filaes y los principales protagonistas de la Festa del 2025, y al finalizar la misma se ofició la Misa Mayor dedicada a la Virgen. Don José Vilaplana, natural de Benimarfull y actualmente Obispo Emérito de Huelva, fue el encargado de predicar este año acompañado del titular de la parroquia de Muro; el contestano Don Diego Ferrándiz Pascual.
Como suele ser habitual, la Colla de Campaners del Comtat se unió a la celebración de la festividad de la patrona de Muro y realizó diferentes actividades durante la mañana del mismo domingo. Por un lado, a partir de las once, los integrantes de la agrupación se encargaron de efectuar de forma manual los repiques de aviso para la misa mientras que también acompañaron con el tañido de las campanas instantes como el de la consagración en el ecuador de la mencionada eucaristía. Al finalizar el acto, y mientras sonaba la música por las calles del casco antiguo de Muro en el pasacalle previo a la Mascletà, ‘Els Campaners del Comtat’ se encargaron de anunciar a todo el pueblo que era el Día Grande de la patrona con diversos volteos de fiesta.
La iniciativa volvió a despertar expectación y a pie de calle fueron muchos los que inmortalizaron los volteos a través de las cámaras de sus dispositivos móviles. También hubo curiosos, e incluso algunos foráneos, que tuvieron oportunidad de subir a lo alto del campanario para disfrutar en primera persona del toque manual de las campanas de la parroquia.

