El Ejército de la Media Luna conquista Alcoy
La pólvora y la lucha entre moros y cristianos ha marcado la mañana de este último día de la trilogía festera en Alcoy en el que los festeros emplearán unos tres mil kilos de material explosivo para despedir los festejos.
A las diez de la mañana ha llegado el Estafeta a las puertas del Castillo para pedir la rendición al Capitán Cristiano y la entrega de la Villa de Alcoy. Al ser rechazado ha tomado veloz carrera por la calle San Nicolás y a continuación el embajador, encarnado por Juan Javier Gisbert, ha llegado a la Plaza de España acompañado por todo su séquito y dispuesto a entablar batalla con las tropas de la cruz. El diálogo no ha llegado a ningún acuerdo y las palabras han dado paso a las armas con una cruenta batalla de arcabucería que ha sido atronadora y que se ha podido escuchar desde diferentes puntos de Alcoy.
Los arcabuces han cedido el protagonismo a las armas cuando los cargos festeros han llegado a La Bandeja y todos ellos han protagonizado una virulenta lucha que ha finalizado con la victoria de las fuerzas mahometanas y el hizado de la bandera de la media luna en lo alto del Castillo.
El ritual volverá a repetirse esta tarde cuando los cristianos regresen con fuerza para hacer cumplir la historia y reconquistar simbólicamente la Villa de Alcoy.
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