Santo Entierro de Cocentaina, una Procesión llena de singularidad

Cocentaina vivió ayer un intenso Viernes Santo en una de las jornadas más destacadas de la Semana Santa de la capital del Comtat. Los actos religiosos se sucedieron prácticamente desde la medianoche, momento en el que tuvo lugar por las calles del barrio de la Vila la Procesión del Silencio y en la que un buen número de fieles acompañó a la talla del Crist dels Llauradors del siglo XVI en un recorrido totalmente a oscuras por parte del casco antiguo.

La mañana de Viernes Santo arrancó con el Vía Crucis interparroquial, desde la iglesia del Salvador, y siguió con los oficios de la Pasión y Muerte del Señor que tuvieron lugar en cada templo. Pasadas las siete de la tarde salió la imagen de Jesús del Huerto del Convento de los Franciscanos y un cuarto de hora después hicieron lo propio La Dolorosa, desde la parroquia del Salvador, y El Nazareno desde el Monasterio de la Mare de Déu del Miracle. Estas dos últimas tallas protagonizaron además un emotivo Encuentro de Despedida en la calle Bisbe Estanya antes del inicio de la Procesión General del Santo Entierro.

Cabe destacar que la misma Procesión del Viernes Santo está llena de singularidades en la Villa Condal. La primera la encontramos en la Cruz de San Cristóbal, que abre la comitiva cada año, y que da paso a la imagen que representa al patrón de los conductores acompañada por representantes del sector del transporte que integran esta Cofradía contestana. Después tomaron parte el resto de pasos siguiendo la estructura gremial de antaño: Jesús del Huerto representando a la construcción, el Cristo de la Columna recordando a los papeleros, el Ecce Homo con su estrecha vinculación al textil y El Nazareno unido al comercio contestano. Después fue el turno de La Dolorosa, que tiempo atrás aglutinaba al calzado, y el Crist dels Llauradors cuya protección siempre han buscado los agricultores contestanos. Cerró la Procesión la talla de Cristo Yacente en el Sepulcro guiada por la Archicofradía del Santísimo Sacramento, una de las más antiguas del municipio.

Otra de las particularidades del Santo Entierro en Cocentaina es la presencia de ‘Les Capelletes’, pequeñas corales de pequeños y adultos, que acompañan a los pasos interpretando ‘Motetes’ destacando los del Nazareno y La Dolorosa que fueron creados por el compositor contestano Gustavo Pascual Falcó, autor del internacional pasodoble ‘Paquito El Chocolatero’. Asimismo destacan las conocidas como ‘Llagrimetes’, unas niñas ataviadas de traje blanco que portan los atributos de La Pasión ante el Cristo Yacente.

La Procesión partió desde la parroquia de Santa María a las 20:30h y finalizó ante la misma casi hora y media después. A las puertas del templo, y ante todas las imágenes participantes en el acto, tuvo lugar una oración final pronunciada por Fray Fernando Fuertes; Guardián del Convento de los Franciscanos.

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