No al exterminio del arruí

Artículo de Opinión de David Sabido Bustos

Fue en el año 2013 cuando desde Conselleria se emitía la orden de erradicar el arruí de nuestra Fuente Roja y Sierra de Mariola, alegando que es una especie invasora .

Y ante esta catalogación, es necesario  detenerse y reflexionar desde otro prisma que no sean las frías ordenanzas y leyes que a veces no dejan a nuestros políticos ver más allá de la ventana de su oficina.

El arruí efectivamente, es una especia introducida en nuestra península por el hombre, de forma legal,  en el año 1970. Una especies importada desde los zoológicos de Casa Blanca y Frankfurt y puesta aquí en libertad.

Siendo cierto este hecho, hay que considerar que sería muy conveniente que se revisara su catalogalización de “especie invasora” ya que en sierras como nuestra Mariola o nuestra Fuente Roja, el arruí no compite ni supone riesgo alguno para otras especies autóctonas de sus mismas características, ya que no las hay.

La biodiversidad de nuestras sierras es rica y entre su fauna se encuentran las siguientes especies:

En cuanto a reptiles  encontramos la lagartija ibérica , el lagarto ocelado, la culebra viperina y la víbora hocicuda.

Entre las  aves encontramos  granívoras como la perdiz, el verdecillo o el pinzón; insectívoras como el petirrojo, el carbonero común o el pito real o rapaces como el águila real, el azor, el gavilán, el cernícalo, el búho real, el búho chico, el mochuelo, el cárabo, la lechuza, el autillo, el buitre leonado y el milano real.

Por último entre los mamíferos que viven en nuestros parques naturales y nuestras sierras se encuentran el conejo, la garduña, la comadreja, la gineta, el tejón, el zorro y el jabalí.

Como podemos observar, el arruí no compite con ninguna de nuestras especies autóctonas, todo lo contrario, ayuda a mantener nuestra biodiversidad puesto que el arruí forma parte de la cadena alimentaria de nuestras aves rapaces, cuando son crías recién nacidas y una vez han muerto.

Una de las características del arruí es que se reproducen con gran rapidez, pero lejos de ser un problema, su población puede mantenerse controlada permitiendo batidas controladas, de la misma forma que se controla al jabalí o a los conejos. Esto contribuye también a potenciar la actividad cinegética y por tanto, a mantener un factor económico más en nuestra ciudad y en nuestras comarcas.

No olvidemos además de todo lo anteriormente citado, los beneficios que comporta el arruí para la prevención de incendios forestales. Ya que nuestras administraciones no se preocupan por el mantenimiento de nuestros montes, deberían al menos no dificultar su conservación natural. De esta forma cuando llegan los meses de verano, no tendremos que lamentarnos al ver nuestro entorno hecho cenizas.

Por todo lo expuesto ruego a nuestra administración local que solicite firmemente a nuestra administración autonómica el mantenimiento del arruí, con la misma contundencia al menos que se defendieron los murciélagos de los túneles de la autovía. Y especialmente quiero detenerme en nuestra concejalía de medio ambiente, instalada en el silencio más absoluto, mientras desde Conselleria le dan un plazo de cinco años para exterminar al arruí.

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