El pasado sábado 21 de junio, y en un primer día oficial del verano en el que los termómetros superaron...

Las tradicionales ‘Danses’ regresaron de nuevo a la Plaça Palacio de Muro
El pasado sábado 21 de junio, y en un primer día oficial del verano en el que los termómetros superaron los treinta grados en nuestras comarcas, Muro vivió uno de los momentos más destacados de su calendario festivo anual con la celebración de las tradicionales ‘Danses de Palacio’. Esta antiquísima costumbre, recuperada y consolidada en los últimos años, alcanza siempre su punto álgido en la víspera de la solemnidad del Corpus Christi y es toda una seña de identidad del municipio.
A las 19:00 horas, comenzó el pasacalle hasta la emblemática Plaça del Palau de la Senyoria, antiguo centro neurálgico de la localidad y escenario principal cada año de esta festividad. Una hora después, dio inicio la ‘gran dansà’, tras la tradicional ‘treta de balladors i balladores’ desde el panel cerámico situado en las inmediaciones de la plaza, donde se representa al Santísimo Sacramento. El público, preparado en su mayoría para combatir las altas temperaturas, disfrutó de una muestra de bailes populares a cargo del Grup de Danses Baladre, acompañado por la música tradicional interpretada por ‘La Xafigà’ de Muro. Entre las coreografías presentadas destacaron piezas como ‘L’u de Castelló de Rugat’, ‘Les Folies de Portitxol’, ‘La Jota de Barxell’, ‘La Seguidilla de Penàguila’, ‘La Magrana’, el ‘Ball de Velles d’Alcoi’ o ‘La Jota de Les Useres’; entre otros.
La jornada incluyó la entrega de un detalle a Ona Domènech Ragües, alumna de tercer curso del Colegio El Montcabrer, por haber resultado la ganadora del concurso para diseñar el cartel con el que se anunció la llegada de esta singular fiesta. Finalmente, se disparó un espectacular castillo de fuegos artificiales mientras sonaba el ‘Bolero de Palacio’, obra del compositor murero José Rafael Pascual Vilaplana. Por último, hubo una cena popular de sobaquillo en la misma Plaça Palacio y un animado ‘sarau’ ofrecido por la Rondalla del Baladre con el que se puso el punto final al día grande las también llamadas ‘Festes de Palacio’.