Fiestas de Muro Archivos

Las Fiestas de Moros y Cristianos de Muro ya tienen el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Autonómico después de que la Generalitat Valenciana publicase la esperada resolución en la edición del pasado viernes 3 de mayo de su Diario Oficial.

La alcaldesa del municipio, Jacqueline Cerdà, explica que el Ayuntamiento presentó el pasado mes de noviembre la correspondiente solicitud al Gobierno Autonómico para conseguir este título y señala que el mismo contribuirá a incrementar la difusión turística de los festejos en honor a la Virgen de los Desamparados “han sido casi seis meses de espera pero estamos muy contentos por tener la declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico ya que gracias a ella se consolidarán todas las tradiciones únicas que tienen los Moros y Cristianos de Muro pero también podremos disponer de más recursos a la hora de hacer acciones publicitarias de promoción de la Fiesta por toda la Comunidad Valenciana”, asegura la primera edil. En idénticas palabras se expresó el Presidente de la Junta de Fiestas, Paco Vicedo, el cual hizo extensible este reconocimiento a todo el pueblo de Muro así como a las festeras y a los festeros de las doce filaes del municipio “ellos son dos pilares fundamentales de estas Fiestas. Los festeros, con su esfuerzo y dedicación, las hacen posible cada año mientras que el público sale a la calle en masa para aplaudir el importante trabajo que hacen para sacar adelante cargos, boatos o escuadras”, matiza.

Indicar que las Fiestas de Moros y Cristianos de Muro de este 2019 comenzarán el próximo viernes 10 de mayo con ‘La Vespra’, en la que la protagonista será la música festera, mientras que el sábado y el domingo tendrán lugar unas participativas Entradas de los bandos de la cruz y de la media luna. Asimismo no faltarán durante el fin de semana las celebraciones religiosas y las procesiones en honor a la patrona, la Virgen de los Desamparados, mientras que el lunes será el turno de la humorística ‘Ambaixada del Tonell’ que protagonizan las filaes Mare de Déu y Llana antes de dar paso a las Embajadas con los correspondientes disparos en los que se quemarán más de 200 kilos de pólvora. Tras un breve descanso, los festejos concluirán el fin de semana del 18 y 19 de mayo con ‘La Pujà’ de la Mare de Déu dels Desemparats desde el templo parroquial hasta su ermita.

El conocido como día ‘Els Trons’ puso ayer el colofón a la primera parte de las Fiestas de Moros y Cristianos de Muro de este 2018. Como es habitual cada año, la jornada empezó con la humorística ‘Ambaixada del Tonell’ que protagonizaron en la Placeta Molina y delante del Ayuntamiento las filaes Mare de Déu y Llana. Ambas, con elevadas dosis de humor y referencias a la actualidad como la crisis política de Cataluña o el polémico máster de Cristina Cifuentes, mantuvieron un tenso e irónico diálogo motivado por la disputa acerca de un preciado tonel lleno de buen vino. Finalmente las palabras dieron paso al acuerdo y las dos formaciones marcharon acompañadas de sus bandas de música a degustar un buen almuerzo y a dar cuenta del mencionado tonel que este año fue totalmente renovado por parte de la Filà Mare de Déu.

La actividad festera se retomó a mediodía con la Embajada Mora en la Plaça del Matzem, protagonizada este año por Pere Corredor de la Filà Verds, en la que las tropas árabes pidieron a las fuerzas de la cruz la entrega del castillo y de los campos fértiles de Muro ubicados junto al río Serpis. Ante la negativa de los cristianos se inició la lucha armada entre los cargos festeros, una batalla que finalizó con la victoria de los moros. Al filo de las siete de la tarde se efectuó la Embajada Cristiana desempeñada en este caso por el padre del capitán cristiano Toni Olcina en representación de la Filà Maseros. Al igual que en la mañana no hubo acuerdo y tras el diálogo las armas decantaron la batalla a favor de los cristianos, los cuáles recuperaron el castillo y levantaron su enseña en todas las torres. Indicar que ambas Embajadas estuvieron precedidas por el disparo de arcabucería en el que se emplearon unos trescientos kilos de pólvora.

La jornada acabó con la Retreta, en la que no faltaron los clásicos farolillos, y una novedosa cena de hermandad que reunió a los festeros de todas las Filaes en la Plaça Matzem para celebrar conjuntamente el fin de los días grandes de Fiestas.