Las Navidades que no deben ser normales

Article d’opinió de Antonio Matarredona, Coordinadora de Pensionistes de l’Alcoià i Comtat

Estamos ante una pandemia que nadie había previsto y que nadie habia conocido, hemos aprendido mucho sobre cómo combatir la enfermedad, pero parece que hemos aprendido muy poco o nada sobre lo grave de los efectos que causa, tanto físicos como económicos y estamos en un bucle repitiendo los mismos errores.

No se puede apelar al buenísmo y hacerlo además con mensajes contradictorios cuando lo que nos pide el «cuerpo» es mantener el mismo nivel de relaciones y de socializacion de antes de aparecer el bicho porque «eso» era la normalidad. Los responsables tienen que liderar y aplicar las medidas de contención que piden los expertos y eso puede no ser popular pero salva vidas.

La población necesita una información clara, veraz, y sin ningún tipo de adorno para tomar conciencia de la verdadera situación en todo momento, y eso no causa alarma, la alarma la causa la confusión de mensajes y una «ensalada» de cifras que más que aclarar confunden.

El común de la población lo que vive es un desbordamiento en los servicios de Asistencia Primaria que afecta a todo el sistema, lo que vive con sus «otras» patologías es una sensación de preocupación ante un sistema que está volcado en la contención de la Covit, lo que produce el agravamiento incluso el incremento de defunciones en las otras enfermedades.

La población vive entre «salvar el verano» con el desastre de resultado ya conocido, y ahora el «salvar la Navidad» y alguien con autoridad, con liderazgo, tiene que decir de una vez que eso no va a poder ser si queremos celebrar otros veranos y otras navidades. Y se tiene que hacer ya dejándose de apaños y tiritas cuando lo que tenemos es un subida más que notable  de contagios, cuando lo que tenemos es un derrame serio. Cuando no sabemos si esto es un empeoramiento de la segunda ola o el anticipo de la que algunos ya vaticinan como tercera ola.

Y si, vendrán las vacunas pero su efecto no será ni mucho menos inmediato, ni se va a poder vacunar a suficiente gente que produzca una inmunidad de rebaño en tan corto espacio de tiempo. Y si, son la luz al final de túnel pero hay que superar primero el túnel para poder llegar a la luz.

Un apunte final, no vale el postureo ni el mirar la pandemia con la perspectiva de la pérdida o no de votos según que medidas se adopten, no, lo que hay que hacer se tiene que hacer no es política o economía porque ninguna de las dos opciones valdrán de nada mientras no resolvamos la primera, mientras no salvemos la salud.

El Sistema Público de Salud y su fortalecimiento  es ahora mismo la prioridad absoluta, ya lo era pero años de recortes lo han llevado a la situación de debilidad que ahora ha quedado de manifiesto. Todos los esfuerzos tienen que estar dirigidos a la dotación adecuada de medios humanos y materiales. ¿ Por qué no escuchamos las reiteradas llamadas de ayuda que nos están lanzando los que están enfrentado en primera línea esta pandèmia?.

DISTANCIA DE SEGURIDAD, LIMPIEZA DE MANOS, MASCARILLA
EVITAR REUNIONES NO ESENCIALES

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