El bando moro luce con gran esplendor en una gran Entrada a Muro
Las Fiestas de Moros y Cristianos de Muro siguieron este domingo con la Entrada de las tropas moras al municipio. Gran cantidad de personas disfrutó del paso de las Filaes en un desfile que arrancó puntualmente a partir de las cinco de la tarde.
El estandarte de la Filà Tariks abrió la comitiva para dar paso a un original boato que acompañó al paso de las fuerzas de la media luna y que advirtió de la llegada del Capitán Moro. Varias escuadras especiales, danzas orientales y la original recreación de un zoco árabe con sus mercaderes o puestos de animación pusieron en escena el desembarco de Tarik basado en hechos históricos del año 711. El Capitán Moro, Javier Rodríguez, llegó sobre una gran carroza luciendo un diseño de tonos crudos, marrones, rojos y azules en el que también destacaba un casco de metal así como varios dorados que recordaban a la indumentaria de la formación árabe a la cual representa. La marcha mora ‘Santiago Capitán Abencerraje’, de Saül Gómez i Soler, acompañó al Capitán en una llegada triunfal al pueblo que fue recibida con la recreación del volteo de las campanas de la Parroquia de San Juan Bautista a cargo de la Colla de Campaners del Comtat.
La Entrada Mora siguió después del paso del capitán con las Filaes Marroks y Realistes, estos últimos celebrando este año el centenario de su fundación con diversas escuadras especiales, banderines alusivos a los cargos que han desempeñado en la Festa, la heráldica conmemorativa y una alegoría a los caballitos de cartón con los que desfilaban antaño. Después vinieron la Llana y los Moros del Rif antes de dar paso a los Verdes que este año desempeñan el cargo de Abanderado.
El boato que acompañó a Maruja Vilaplana recreaba la ciudad perdida de Tasm con escuadras especiales, ballets, amazonas y la puesta en escena de una batalla en plena calle entre moros y cristianos. La Abanderada hizo su entrada a Muro luciendo un diseño de tonos verdes, blancos, ocres y rojos, con algún detalle en dorado; que también recordaba a la indumentaria oficial de la Filà. Le acompañaban gente muy especial para ella, cinco personas que nacieron cuando la protagonista trabajaba en maternidad del Hospital y a la que le une un cariño especial porque hizo amistad con sus madres.
De esta forma culminaban unas brillantes Entradas que transcurrieron con normalidad así como sin incidente alguno. Fueron más de 4.000 las personas que tomaron parte en el acto tanto acompañando al bando cristiano el sábado por la tarde como al moro el domingo.