Bufar en caldo gelat

Artículo de Quico Cantó, edil del PP en el Ayuntamiento de Alcoy 

Si el castellano nos deja la memorable frase “dime de que presumes y te diré de lo que careces”, el valenciano lo supera con la genuina e ilustrativa expresión bufar en caldo gelat. Esta frase define a quien hace ostentación de una situación de bienestar que realmente no se posee. De ella se valió Eduardo Escalante para titular uno de sus célebres sainetes. Y de ella nos podemos valer ahora para explicar la forma de actuar del gobierno socialista de Alcoy: hacer creer que las cosas son de una manera cuando en realidad son de otra forma bien diferente.

Existe un clamoroso y vergonzante ejemplo para ilustrar esta tendencia a maquillar la verdad: Entenza. Presentarla como una calle inteligente es una burla, precisamente, a la inteligencia de los alcoyanos. No extraña que muchos vecinos lo tomen como una broma tan pesada como los dos millones que costó la obra.

Por desgracia hay muchas más muestras de la diferencia que hay entre la ficción socialista y la realidad de Alcoy. Una es el anuncio que cada año hacen, a bombo y platillo, de los presupuestos participativos que contrasta con el silencio posterior a la hora de llevarlos a cabo. Hasta 800.000 euros quedan pendientes de ejecución desde 2015. Otra muestra la encontramos cuando el equipo de gobierno se apresura a montar una rueda de prensa anunciando la llegada de subvenciones pero se olvida después de explicar por qué se ha visto obligado a devolver 200.000 euros destinados a ayudas sociales.

Llevar una década en el poder, hacer bien poco, y tratar de justificar su inacción en las más remotas excusas (desde la complejidad de los proyectos hasta las herencias del PP) acaba pasando factura. El discurso oficial le ha saltado por los aires al alcalde y la realidad está saliendo a flote.

A la presentación virtual del proyecto de Rodes le contrarresta la realidad de las vallas azules, baches y señales sujetas con bridas que marcan la peatonalización exprés que aprobaron PSOE y Podemos. Hay, incluso, quien cree que esas prisas obedecen a las ansias por mostrarse como el alcalde más molón en cuanto a la agenda 2030 se refiere. A costa de intereses de vecinos y comerciantes, claro.

Después de 10 años al frente del Ayuntamiento, los alcoyanos ven con claridad que, pese a los intentos por disimularlo, el emperador estaba desnudo. El señor alcalde necesita maquillar la realidad para que ésta no le estropee la agencia de colocación en la que se ha convertido el PSOE local.

Dos años han estado desde la Concejalía de Deportes, a preguntas del PP, anunciando que no se iba a llevar a cabo ninguna mejora en el centenario campo de El Collao. Pero, de repente, la fortuna nos regaló un inolvidable Alcoyano – Real Madrid. En la previa del partido la tele entrevistó a Antonio Francés y ¡oh, sorpresa! Allí apareció Gol B, nuestro pequeño y voluntarioso The Kop particular, recién pintado a mayor gloria de quien seguramente a esa hora ya tenía las maletas preparadas para huir a Penáguila. No hacía falta adecentar el campo para los sufridos aficionados alcoyanistas, pero sí para que la máxima autoridad local quedara bien en pantalla. Otra vez esa obsesión por las apariencias. Un campo de glorioso pasado recién pintado, pero que por dentro necesita una reforma integral. Es una triste metáfora de la situación de nuestra ciudad.

El ego de quienes se creen dueños del cortijo es cada vez mayor. No extraña que el alcalde use el Mercedes oficial para acudir incluso a entrevistas a radios locales. En plan estrella. Esa obsesión por aparecer en cualquier ocasión lúdico-festiva, ante la ausencia total de acciones de calado, explicaría el empeño que puso el señor alcalde en recoger personalmente el premio ondas póstumo a Camilo Sesto. ¡Vamos! aquello de querer ser el muerto en el entierro, el niño en el bautizo y la novia en la boda… Pero al final los que vamos a perder la serenidad somos los alcoyanos, hartos de rodar en la noria de Francés y su política de postureo tan alejada de las verdaderas necesidades de Alcoy.

La ciudad necesita un cambio de rumbo para poder afrontar los problemas reales que padecemos los alcoyanos. Es preciso generar un entorno que permita la creación de empleo y estimule la vida social de la ciudad. Y para ello hay que trabajar duro, no aparentar que se hace. Alcoy no puede permitirse bufar en caldo gelat presumiendo de un gobierno inane que no da la talla en los momentos en los que más se le necesita.

Sanidad botánica

Artículo de Marcos Martínez, edil No Adscrito en Alcoy

En agosto de 2019, escribía un artículo con motivo de la dimisión del jefe de urgencias del hospital Virgen de los Lirios, tras el colapso del servicio. Empezábamos a vislumbrar la punta del iceberg de un serio problema de falta de personal a todos los niveles. Dos años después, el problema es mucho más grave, y a las puertas de la temporada vacacional y con tiempo de sobra para organizarlo, estamos peor que entonces.

Hace ya 6 años que se vienen observando problemas a nivel de profesionales, médicos que renuncian a su plaza o piden el traslado a otros centros, así como numerosas discrepancias con la dirección del centro. Añadimos ahora los retrasos en la atención médica primaria o de cabecera, sumados a los de especialidades o intervenciones quirúrgicas con más de 2 años de espera en muchos casos.

Un problema que no es exclusivo de Alcoy, sino que se extiende por toda nuestra comunidad, algo que el Consell achaca a la dificultad de contratar personal cualificado. ¿Qué condiciones ofrece el Consell para estas contrataciones? Al parecer son nefastas. ¿No habría que revisar el sistema para evitar esta situación? Menos requisitos lingüísticos y más gestión. Siempre tarde, cuando los colapsos son un hecho y la oposición les saca los colores, es cuando empiezan a mover algo.

En Alcoy debemos añadir, entre otras cosas, el retraso en la remodelación de la planta de pediatría, la ampliación del hospital que no llega, falta de anestesistas o refuerzos de personal en el caso que nos ocupa. Por no hablar de que el CEEM sigue sin abrirse. Eso sí, con sus altos cargos y asesores bien al día (nadie sabe muy bien para qué).

En un año en el que el sector sanitario ha dado todo y más por los ciudadanos, que han puesto su tiempo, salud, templanza o incluso su vida al servicio de todos nosotros, con secuelas físicas y emocionales en muchos casos, que han salvado la cara a los políticos de turno, resulta que se les ningunea y se les infravalora sin despeinarse. O que tengan que sufrir amenazas de parte de sus superiores, algo vergonzoso a todas luces. Tan vergonzoso como despedir por whatsapp o mensajes de texto a quienes han estado en primera línea en esta pandemia. “El Govèrn de les persones” dicen.

Tampoco hace mucho que los MIR estuvieron en pie de guerra por el tema de su bajo salario y sus condiciones laborales. Aun así, hay quien piensa que la gestión pública es garantía de un mejor servicio, aunque siempre salven los muebles con derivaciones a la sanidad privada.

En la pasada legislatura ya sufrieron esta deficiencia nuestros centros de mayores, sin que hicieran absolutamente nada hasta la movilización de los trabajadores del sector y que la oposición les sacara los colores, como he dicho al principio. En fin, habrá que ver hasta donde se llega esta vez, aunque parece que en esta ocasión lo de apelar a la profesionalidad de los médicos y sanitarios no va a ser suficiente.

Para finalizar, estoy totalmente de acuerdo en que un Hospital debe dirigirlo un buen profesional y no un afín a la causa. Tanto los profesionales del Hospital Virgen de los Lirios, como los casi 140.000 habitantes del área de salud de Alcoy nos merecemos todos los respetos. Botanic gestión 0.0

Carta abierta

Artículo de un grupo de 69 médicos del Hospital Virgen de los Lirios 

La situación que estamos sufriendo en el hospital no es nueva. Año tras año, la grave falta de previsión por parte de la gerencia y dirección médica, unida a su inoperancia en la gestión de los recursos humanos necesarios, provocan la misma crisis veraniega en el servicio de urgencias del hospital.

La solución ha consistido, reiteradamente, en obligar a determinados servicios de hospitalización a cubrir las vacantes que se producen por las vacaciones de verano en las urgencias hospitalarias. En abril de este año, conociendo la pasividad de la gerencia, el servicio de urgencias planteó, mediante carta con registro de entrada, la urgente necesidad de personal para verano, con el fin de evitar de nuevo el mismo problema. ¿Saben cuál fue la respuesta del gerente? Ninguna. Silencio.

Cada año se exige a los diferentes servicios solicitar las vacaciones de verano con meses de antelación, para poder programar con tiempo tanto las consultas, como los quirófanos durante los meses de estío. Este año, con la agenda ya programada, se notifica por escrito, hace tan solo una semana, la incorporación, desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto, de los médicos que componen los servicios de medicina interna, cirugía general y traumatología al servicio de urgencias mediante lo que se conoce como desplazamiento de jornada (trabajar por la tarde en vez del horario matutino habitual). Parece algo sensato visto desde la opinión pública, o, desde quien no está bien informado del problema sanitario que llevamos sufriendo aquí desde hace unos años. Si, además, lo edulcoramos con la demagogia de que debemos colaborar con los compañeros, porque nosotros somos más o que no tenemos tanto trabajo, la solución a su inoperancia está servida.

En el pasado, poca resistencia habían encontrado, y resultaba una medida que cubría su mala gestión. Pero este año ha sido diferente para todos y hemos decidido decir basta. El sentimiento actual de los compañeros es de maltrato y humillación. Después de un año donde tantos profesionales han estado a la altura de las circunstancias, colaborando activamente con los servicios más afectados a costa de un desgaste físico y psicológico notorio, seguimos sin sentirnos respetados. La respuesta de la gerencia a la reticencia por parte de muchos de nosotros a cubrir vacantes de un servicio distinto al propio, dejando, claro está, de cubrir tus propias funciones, ha sido la amenaza. La amenaza de sanción mediante apertura de expediente, a sabiendas que la mayoría de facultativos especialistas de esta área no poseen la plaza en propiedad y el castigo puede condicionar su futuro laboral. Ruin.

La política de la dirección nos ha llevado a muchos especialistas a la frustración profesional, impidiendo nuestro desarrollo como cirujanos y enfocándonos en tareas que les sirven para maquillar su gestión. A día de hoy, el servicio de traumatología tiene una lista de espera quirúrgica de más de dos años, es decir, si indicamos hoy una cirugía de prótesis de rodilla, el paciente de esta área tendrá que esperar, como mínimo, hasta la navidad de 2023. Muy razonable. Actualmente, traumatología la forman doce profesionales, personal suficiente para hacer frente a la lista y mejorarla. El hospital está dotado con siete quirófanos operativos, de los cuales solo funcionan actualmente tres o cuatro diariamente, cifra que en verano pasará a, tan solo, dos o tres. Parece que con un desarrollo normal de la actividad, aprovechando la cantidad de medios disponibles podríamos dar un mejor servicio a la población. Entonces ¿por qué no operamos?

Verán, en el hospital de Alcoy no se opera simplemente por el déficit, también crónico, de anestesistas. Este problema, según gerencia, es algo que tampoco depende de ellos. Sin palabras. Así pues, tenemos cirujanos, enfermeros cualificados, quirófanos y más de mil enfermos, si, más de mil trescientos pacientes en lista de espera a día de hoy, y solo estamos hablando de traumatología. ¿Cómo se maquilla la desastrosa gestión? Fácil, fomentando la derivación masiva de enfermos a clínicas privadas, invitando a los pacientes a acogerse al conocido como plan de choque. Plan, que por otra parte siempre ha ido una valiosa ayuda para mejorar los tiempos en las listas quirúrgicas. El problema es que actualmente supone la casi totalidad de la cirugía programada de los pacientes de esta área. Imagínense el gasto económico que supone tanta derivación de enfermos. Mientras tanto, aquí, los quirófanos cerrados. Sanidad pública le llaman.

Si lo piensan, la sanidad pública y universal que tanto predican sirve para financiar a los hospitales privados que tanto critican. Ante la falta de cirugías, los traumatólogos y cirujanos generales nos dedicamos a pasar consultas y más consultas de enfermos que, seguramente, jamás operaremos. Pero el negocio con la medicina privada no se limita solo a la lista de espera, desde hace meses, estamos derivando desde urgencias, muchas de las fracturas y lesiones que llegan al hospital, a centros privados en Alicante, para que sean operados allí. Desconocemos cual será el coste de esto, pero les aseguro que barato no será porque los acogen encantados. Y esta derivación se realiza para poder utilizar los pocos quirófanos de que disponemos operando pacientes de 2019. Pacientes que no han podido colocar en el plan de choque por su complejidad, sus patologías médicas o porque el mismo enfermo se ha negado a ser derivado. A día de hoy, tan solo quedan 500 pacientes en la lista de traumatología por operar con fecha de inclusión de 2019. ¿Entienden nuestra frustración?   Esta es la realidad del hospital, y hablamos solo de traumatología. Los demás servicios sufren la misma demora. Cirugía general opera las hernias inguinales con dos años de demora, y no hablamos de la cirugía para la obesidad. Ya ha habido casos de perforaciones intestinales en patologías inflamatorias, como las diverticulitis, que se han complicado por la demora quirúrgica. No se engañen. Los usuarios de esta área no disfrutan del mismo servicio sanitario comparándolo con los que viven fuera de estas comarcas. Si usted es mayor y no puede desplazarse, si confía en la relación médico paciente o no tiene coche para ir a operarse fuera de Alcoy, lo sentimos mucho, pero tendrá que esperarse más de dos años si quiere que le pongamos una prótesis, le arreglemos un juanete o le solucionen su hernia inguinal.

Con este desolador panorama, el desplazamiento de profesionales de hospitalización a urgencias supondrá suspender diariamente la actividad de cada profesional. Así, se cancelarán tanto las consultas de ambulatorio, como las externas del hospital con el consiguiente aumento de la demora. También claro está, se suspenderán las de oncología, endocrino, reumatología, cardiología, neurología, digestivo, hematología, nefrología, alergias, cirugía general, medicina interna y neumología del profesional que ese día o el anterior haya estado en puerta de urgencias. Pero tranquilos, no pasa nada. La gente no se entera. Que esperen. Traumatología, además, ha suspendido todos los quirófanos de cirugía local, y veremos como solucionamos lo pocos que tenemos de general.

El ciudadano no debe quedarse con el mensaje de que no queremos colaborar, lo hemos hecho en el pasado reiteradamente y si es necesario lo volveremos a hacer. Hemos escuchado hace unos días el cínico mensaje a la población desde la gerencia en una radio local, els ha pegat tort… estaran cansats. Si, estamos cansados, y hartos que se nos trate sin ningún respeto. Necesitamos gestores que sepan dirigir centros hospitalarios, no personas sin experiencia en dirección, cuyo principal mérito es ser afín al color político de turno. Nuestra sanidad es un bien preciado y se malgastan constantemente los recursos, poniéndola en riesgo.

Terminamos con un ejemplo del talante de esta gerencia.  Unos de los servicios que más han sufrido la reciente pandemia, ha sido sin duda el servicio de medicina interna, que no escatimó en esfuerzos ni horas durante la crisis. Ni un pero. Todos lo volverían a hacer. El pasado viernes, la respuesta del gerente ante tal esfuerzo y, al argumentar los compañeros el cansancio que se arrastra, fue un eso ya es pasado.

Continuaremos haciendo nuestro trabajo lo mejor que sabemos, porque en muchos, nuestra profesión tiene una parte vocacional. Con esto cuentan otros, y con el perjuicio que podemos hacer al compañero si no colaboramos. Seguramente, recurrirán al no depende de nosotros, o, las plazas ya están solicitadas sin asumir su responsabilidad. Pero, este año algo ha cambiado en nosotros, y no, nos merecemos esto.

José Vicente Albero Martínez. Cardiólogo.

Mª Dolores Albero Molina. Nefróloga.  

Francisco Arlandis Félix. Cirujano. Jefe de Sección.

Beatriz Arribas Sanz. Traumatóloga

Lorena Blanes Albero. Anestesista.

María Botella Lloret. Traumatóloga

Maryana Bozhychko. Digestiva

Manuel Brufal Mojica. Neumólogo.

Mila Caldés Sanz. Anestesista.

Ana Camarasa Escrig. Neumóloga.

Carlos Israel Chamorro Fernández. Cardiólogo.

Vicente José Climent Peris. Traumatólogo. Jefe de Servicio

Mª Belén Coronel Sánchez. Uróloga

Raúl Cortés Verdú. Reumatólogo.

Blanca De Diego Aliques. Hospitalización a domicilio.

Mª José Esteban Giner. Internista Carmen Ferrando Siscar.

Neumólogo. Jefa de sección.

Mª Lirios Ferri Candela. Cirujana

Ángela María Flórez Nisperuza. Cirujana.

José Pedro García Belmonte. Anestesista. Jefe de Sección.

Esther González Cabeza. Cardióloga.

Elena Iriarte Moncho. Oncóloga.

Rebeca Jiménez Carreño. Cardióloga.

José Luis Jover Pinillos. Anestesista

José Manuel López Arlandis. Neurólogo.

Mar López Quemada. Digestivo

Rocío Mañes Mateo. Neuróloga

Cristian Marco Alacid. Endocrino.

Elvira Marco Francés. Cardióloga. Jefa de Sección.

Luz Marina Castellanos. Alergóloga.

Cristina Martínez Piera. Anestesista. Jefa de Servicio.

Carlos Montero Zorilla. Cirujano.

Pino Navarro Téllez. Endocrina.

Mª Carmen Nicolau Laparra. Internista.

Margarita Ojeda Peña. Traumatóloga. Jefa de Sección

Amparo Oltra Ferrando. Oncóloga. Jefa de Sección.

Francisco Orts Micó. Cirujano

Vicente Palomar Abril. Oncólogo.

Carlos Pardo Ruiz. Endocrino.

Fernando Parra Borreguero. Alergólogo.

Jorge Pascual Bernabeu. Neumólogo.

Reyes Pastor Alborch. Anestesista.

Flavio Paulos Do Santos. Traumatólogo

Vicente Pellicer García. Traumatólogo

Carmen Peña Miralles. Internista

Javier Pérez Altozano. Oncólogo.

Manuel Pérez Bosch. Hospitalización a domicilio. Jefe de Sección.

Nieves Pérez Climent. Cirujana

Rosa Ana Pérez Giner. Traumatóloga

Eduardo Polanía. Digestivo

Mª José Poveda Galiano. Digestivo. Jefa de Sección.

Ana Isabel Pujades Tarraga. Internista.

Rafael Raso Raso. Cardiólogo.

Alfredo Elías Rizo Valero. Oncólogo.

Sabina Rodríguez Ureña. Traumatóloga

Ignacio Rubio Tortosa. Urólogo. Jefe de Servicio.

Laura Sánchez Rodríguez. Nefróloga

Ruth Sánchez Soriano. Cardiólogo.

Carlos Santos Ramírez. Reumatólogo.

Carlos Serra Díaz. Cirujano. Jefe de Servicio.

Carlos Soler Portman. Internista

Purificación Soriano Sanchis. Traumatóloga

Wojciech Sroga. Traumatólogo

José Antonio Tenza Tenza. Urólogo

Jorge Juan Tomás Gil. Traumatólogo.

Marina Valls Gandía. Digestiva.

Lorena Vaquer Quiles. Anestesista.

Rafael Verdú Masiá. Hospitalización a domicilio.

Gema Verdú Pastor. Internista. Jefa de Servicio.

Pública vs Privada

Artículo de Marcos Martínez, edil No Adscrito en el Ayuntamiento de Alcoy

El pasado 4 de junio, en Pleno ordinario, se aprobaba la prórroga del contrato de gestión del agua potable de nuestra ciudad, contrato que data del año 2000, y que, con esta, alargará su vigencia en dos años más. Como siempre, estos temas llevan una cierta polémica asociada, sobre todo marcada por las distintas corrientes políticas.

Vaya por delante que para llevar a cabo un estudio detenido, concienzudo, aplicar mecanismos de participación, ver la viabilidad económica, social y administrativa y decidir el modelo de gestión adecuado, era inevitable prorrogar el contrato de gestión del agua existente hasta la fecha. La otra opción era operar al margen de la ley y sin un amparo jurídico. Cabe recordar que el vigente contrato de recogida de residuos urbanos tardó años en plasmarse en un documento.

Dicho esto, es cierto que el Gobierno ha dispuesto de tiempo para poder preparar un borrador al respecto, pero también lo es que se le pidió que se estudiara la posibilidad de revertir el sistema de gestión del agua potable en nuestra ciudad. A día de hoy disponemos de un informe técnico-económico, además del asesoramiento jurídico, en el que basarnos a la hora de elegir un nuevo sistema de gestión y/o confeccionar las bases que rijan dicha gestión.

Si bien es cierto que existe una corriente amplia interesada en una remunicipalización del servicio, no es menos cierto que habrá que tener en cuenta aspectos como la capacidad económica de nuestro Ayuntamiento, la viabilidad económica y administrativa necesaria, cumplir con todos aquellos aspectos a los que nos obligue la ley vigente y velar por los intereses generales de los alcoyanos.

No se trata de preferir uno u otro sistema, o de estar más cercano ideológicamente a un modelo de gestión, sino de analizar cuál es el más rentable para nuestra ciudad, cuál aportará un mejor y mayor servicio, y cuál es capaz de asumir, además, esta Administración Local. No estoy ni a favor ni en contra de ninguna de las dos opciones, estaré a favor de aquella que mejor represente los intereses de los alcoyanos y que no agrave, más si cabe, la mala situación económico-administrativa que sufre nuestra ciudad. Hablamos de una inversión de 5.000.000 € durante los 5 primeros años, y posiblemente más del doble en un período de 20 años.

¿Lo público es bueno porque sí? ¿Es malo lo privado porque sí? En ambos casos es necesario el control, control y control. Nada es bueno o malo por sí mismo, es buena o mala la gestión que se lleve a cabo, y eso sí es una asignatura pendiente de este Gobierno, tanto en el tema del agua, como en otros grandes contratos que gestiona. Lo primero que tendremos que hacer es establecer los mecanismos adecuados para garantizar que se cumplan todos y cada uno de los términos reflejados en el pliego de condiciones, tanto si es público como si es privado. Esto es lo esencial para un correcto funcionamiento y no el modelo de gestión, aunque para gustos, colores. Lo más sensato sería decidirlo por convicción y viabilidad y no por doctrina.

Nuestro servicio de gestión del agua potable necesita de una gran inversión para poder renovar, actualizar y optimizar toda la infraestructura de la red, inversión que, a día de hoy, es bastante improbable que este Ayuntamiento pudiera asumir, además de los soportes informáticos, equipamientos y trabajadores a cargo del consistorio. Algo importante a la hora de valorar.

Otro punto importante, es la necesidad de contar con procesos participativos bien estructurados, donde se tenga acceso a toda la documentación y se trabaje con todos los datos sobre la mesa. La transparencia es fundamental, sobre todo porque no solo es una cuestión del gobierno de turno, sino porque afectará a futuros gobiernos, y sobre todo, afectará directamente y durante un extenso período de tiempo, a toda la ciudadanía.

¿Realmente la cuestión es PÚBLICA Vs PRIVADA? ¿O es MALA GESTIÓN Vs TRABAJO BIEN HECHO?

Vint anys no són prou

Article d’opinió de Pablo González, regidor de Guanyar Alcoi

Quan un polític vol vendre que defensa els interessos de la ciutadania però després les seues accions el que fan és beneficiar només als seus interessos i als dels poderosos és un polític nefast per a la ciutadania. Vos conte un exemple a Alcoi:

Fa vint-i-un anys es recolliren quasi 10.000 firmes per a demanar una consulta ciutadana on es triara si es volia que l’aigua pública fóra gestionada per una empresa privada o no. 4.000 persones eixiren al carrer manifestant-se en contra de la privatització. Però la participació ciutadana va ser menyspreada. Es va negar l’opció de la consulta ciutadana i es va deixar l’aigua pública de les alcoianes i alcoians en mans d’una multinacional amb un contracte de vint anys. A més, per a acabar-ho d’arrodonir es va tancar un pacte que alguns volen fer oblidar però que ens va abocar a una dècada d’un govern de dretes que a més de no saber solucionar molts dels problemes de la ciutat i crear-ne altres va normalitzar la corrupció. Un pacte dels de sempre, del PSOE amb el PP per a beneficiar als de sempre, als poderosos.

Alguns esperàvem que després d’eixos vint anys de contracte, que en aquell moment semblaven eterns, les coses canviaren. Esperàvem que després d’un canvi de govern i amb persones a qui se’ls pressuposava altres ideals, o almenys intenció de canviar les coses, es pensara en els interessos de la ciutadania i es treballara perquè quan s’acabara el contracte estiguera tot enllestit. Però eixa feina no s’ha fet. Dels vint anys de contracte, deu han sigut del govern de Toni Francés, i hi hagut temps suficient per haver preparat tot el necessari per al moment en que acabara el contracte. Hi havia temps per a valorar totes les opcions, per a que els tècnics prepararen informes o per a encarregar-los, a la Federació Valenciana de Municipis i Províncies, com s’havia proposat, o a una empresa o a qui es decidira. Deu anys per a debatre-ho tranquil·lament i de forma oberta amb la ciutadania, per a presentar tota la informació que es té, per a reflexionar conjuntament, per a buscar les millors fórmules amb temps. Però no s’ha fet.

El contracte es va acabar l’any passat i es va prorrogar durant un any més. Un any més de benefici incontrolat per a l’empresa a costa dels diners de tots. Ara ho hem tornat a fer per a un segon any. Des de Guanyar Alcoi no hem donat suport a esta pròrroga. Perquè no volem avalar la mala gestió del govern que ha fet que continuem amb un contracte que tothom, col·lectius ciutadans, tècnics municipals, tècnics externs, assessors, i tots els grups polítics de l’ajuntament, el govern inclòs ho reconeix, tots, diuen que el contracte és molt deficient, que «no existix cap instrument per a controlar la tasca i els beneficis que puga tindre l’empresa adjudicatària».

És cert que una setmana abans d’esta nova pròrroga se’ns han entregat un informe tècnic i una reflexió personal del responsable jurídic extern de l’Ajuntament d’Alcoi, encarregats perquè es valore la viabilitat de la concessió a una empresa. Però també és cert que no tenim cap informe que valore la viabilitat d’una gestió pública. Perquè no hi ha interés i no s’han encarregat. Com tampoc sembla que hi ha interés quan demanem que en la decisió del model de la gestió d’un bé tan important com l’aigua es tinga en compte a la ciutadania, que tota la informació siga pública i que es puga reflexionar i debatre conjuntament per a triar el model més beneficiós per a la ciutat. I no sembla que hi haja massa interés perquè de primeres se’ns va dir que tampoc no hi ha massa on triar en esta qüestió, després se’ns va acceptar la proposta mentre se’ns bonegava al plenari per no haver votat el que ells volien i finalment s’amenaçava dient que açò encara retardarà més la decisió.

Si hagueren volgut decidir-ho abans, haver començat a treballar abans i no ara amb presses per a satisfer només els interessos de partit. Perquè en el fons el que està fent-se és controlar els temps per a enllestir-ho uns mesos abans d’eleccions i poder vendre que són bons gestors, que han fet molt bé la feina i que són els salvadors del poble. Quan el que hauran fet realment és deixar passar el temps sense fer res fins a última hora. I açò, després de 20 anys de contracte, després de 10 anys al govern, està ben lluny de la defensa dels interessos de la ciutadania.

Ecopostureig vs Agenda 2030

Article d’opinió de Àlex Cerradelo, membre executiva Compromís Alcoi

A Compromís, ja hem denunciat com ens endarrereix la inacció municipal el futur d’Alcoi. A capítols anteriors parlàvem de l’àmbit industrial, tecnològic o social, però hui cal donar una ullada a l’anomenada Transició ecològica, on la nostra ciutat està en un clar procés d’involució.

Si mirem al mapa europeu, una de les ciutats més punteres en aquest tema és una ciutat mitjana, d’interior i envoltada de paratges verds com Gasteiz. A Alcoi, tenim el que cal tindre per a ser una ciutat verda puntera? Doncs quasi tot… Ens falta un govern que realment crega en un Alcoi verd, i no ens referim a empaperar els parcs amb gespa de plàstic o ficar panels solars a edificis públics o fer campanyes a premsa.

A Alcoi veiem que seus dirigents estan contentíssims amb menys d’un 2,4% dels habitatges  apuntats al contenidor marró, però malauradament convivim amb abocadors il·legals al bell mig de la ciutat. També veiem que un terç de l’aigua que s’extrau dels aqüífers i tractem, per a que siga potable desapareix i no es factura. Som una ciutat on cada vegada que plou fort, els col·lectors es desborden i omplim els hàbitats fluvials de tovalloletes, fem i desperdicis.

Estem perdent passades altra vegada. No aprofitem els diners que venen d’Europa per potenciar el coneixement cap a la nostra transició ecològica; ni els fons Edusi i ara per descomptat els fons New Generation tampoc els aprofitarem. Estan parlant amb els empresaris, la Cambra i altres organitzacions socials per planificar les inversions o ens tornaran a vendre fum?

Ciutats com Gasteiz, han decidit que totes les accions dels seus governs han de ser responsables amb l’agenda 2030. Els seus dirigents saben quina és la petjada de carboni de la seua ciutat, saben quines són les necessitats elèctriques i de recursos hídrics dels seus barris, tenen un horitzó clar i han estudiat i consensuat el millor camí per aconseguir-ho. A Alcoi, ni estan ni se’ls espera, la reducció de les mesures dels contaminants depèn de desviar el trànsit per carrers on no hi ha mesuradors o per renovar contractes perjudicials als interessos de la societat.

Cal prendre’s seriosament l’agenda 2030 (document rector de la transició ecològica signat pel govern de l’estat espanyol) i dirigir-se cap a una ciutat responsable amb el seu entorn. Cal desterrar el mite de «l’ecologista utòpic», la transició ecològica actualment va per molts camins: Disminució de les desigualtats socials, de la pobresa; millora de la salut i el benestar social; sostenibilitat de les poblacions; consum responsable; protecció de la biodiversitat i espècies autòctones; foment de l’autoconsum i producció Km 0, entre d’altres.

Aquesta consciència dels dirigents ben entesa, ha aconseguit l’aparició d’empreses dedicades a la indústria verda, que estan generant una gran quantitat de llocs de treball i de qualitat. Així tanquem el cercle, un petit esforç econòmic de les administracions crea oportunitats i llocs de treball que al seu torn aporten diners als municipis.

A Compromís estem lluitant per un Alcoi amb transport públic eficient i responsable amb el medi ambient; una ciutat que recupere l’aigua de pluja per a regar parcs i netejar carrers. Hem presentat projectes que afavoreixen els habitatges eficients com el Pla Rehabita; la reutilització d’edificis industrials per a millorar serveis; fomentar hàbits saludables i millorar les relacions intergeneracionals com el -Projecte Petit-;  hem sol·licitat accions que eviten productes químics als nostres carrers per afavorir les colònies d’aus insectívores creant llocs on nidificar tranquiles. També fa anys que sol·licitem aprofitar les diferències d’altura i la sobrepressió a la xarxa municipal d’aigua per generar energia o invertir fons smart city per connectar sensors a la xarxa evitant perdudes.

Els de Compromís creiem en una agenda 2030 alcoiana, no podem dir el mateix dels nostres governants.

Desfici

Artículo de Opinión de Quico Cantó, edil del PP en Alcoy

Entre el abundante vocabulario de la lengua valenciana encontramos una palabra que define el estado de ánimo y la agitación que provoca en la población de Alcoy el desgobierno de Antonio Francés: desfici. No es para menos después de diez años ya de propaganda grandilocuente, de anuncios sobre un futuro esplendoroso que nunca llega y, lo que es peor, que ni tan siquiera el PSOE local se cree.

El Gobierno de Alcoy me recuerda a la folclórica escena de Bienvenido Mr. Marshall: “Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y esta explicación que os debo os la voy a pagar…” Y así hasta el infinito y más allá. Pero aquí los únicos que pagamos somos los alcoyanos en forma de nuevos impuestos, de campos de fútbol construidos en terrenos privados, de cuantiosas subvenciones perdidas o de circuitos ciclistas por los que pasará un nuevo vial y que habrá que modificar.

En realidad, estamos delante de una década ominosa, en la que el absolutismo del equipo de Gobierno de Antonio Francés, cual remedo de Fernando VII, se está apoderando de la sociedad alcoyana. Todavía no sabemos si los cien mil hijos de San Luis locales están entre los concejales de Podemos o los no adscritos, pero lo cierto es que todo el fum de canyot que ha supuesto su gobierno ha culminado con la implantación por las bravas de la peatonalización del centro de la ciudad, la tasa de alcantarillado y la velada amenaza ante cualquier signo de crítica.

Mientras tanto, generaciones de jóvenes alcoyanos se ven forzados a buscar su futuro laboral y, por extensión, su proyecto de vida fuera de la ciudad. Que aquí no tenemos oferta de empleo de calidad y que el PSOE no piensa hacer nada por solucionarlo se demuestra solo cuando los propios concejales socialistas se buscan trabajo en poblaciones vecinas.

Estos últimos diez años no han servido para crear un entorno en el que los jóvenes puedan encontrar empleo. Todo lo contrario, el informe sobre pobreza elaborado por el propio Ayuntamiento nos muestra una ciudad empobrecida y a la cola de una comarca de la que fuimos motor de impulso.

Al huir de las malas noticias para no tener que asumir su posible fracaso como gobernantes, es imposible que los socialistas puedan revertir esta situación y esta tercera legislatura puede resultar un rejón difícil de superar. Dan por perdido el futuro de Alcoy y tan solo quieren maquillar el presente para perpetuarse en su poder absoluto.

Ahora podemos rememorar la época modernista, exhibir joyas pictóricas creadas a la sombra de una sociedad cosmopolita, incluso intentar restaurar el origen industrial de nuestra ciudad. Pero, ¿qué podrán celebrar los alcoyanos del futuro de estas tres legislaturas de Antonio Francés?

Es desesperante esta inacción del señor alcalde y su equipo. Los ciudadanos ya no pueden esperar más, necesitan a alguien responsable y trabajador y cuya primera preocupación no sea la acumulación de poder y el desprecio al rival político sino la creación de empleo que permita recuperar la capitalidad que Alcoy nunca debió dejar perder. Es momento de cambiar el desfici que nos acecha por la esperanza hacia el resurgir de la ciudad.

Política con dignidad

Artículo de Vanessa Moltó, edil de Hacienda en Alcoy

Vivimos momentos difíciles, momentos de crispación en los que la manipulación y la tergiversación se utilizan sin medir las implicaciones éticas y morales. No creo, sinceramente, que esta sea la mejor receta para combatir los nuevos retos que se nos plantean. La política de los extremos, de las tensiones, del esperpento, del sainete, de la desinformación… no deben ser una opción.

Cuando escucho debates y tertulias políticas me doy cuenta de los intereses cruzados por tratar de deformar la realidad con el objetivo de adaptarla a argumentos que poco tienen que ver con la defensa del que debería ser el objetivo común: la defensa de los intereses y de las necesidades de nuestros vecinos y de nuestra ciudad.

Hace unos días viví una de esas situaciones esperpénticas, que considero más propias del teatro (o de la taberna) que de un foro en el que se ejerce la actividad que nos encomendaron los ciudadanos. Una situación en la que se primó la necesidad de ofrecer una imagen grotesca del adversario político por encima de una actitud de respeto y de suma de esfuerzos y opiniones, a pesar de que estas puedan ser compartidas o no.

El debate de cuestiones que afectan a la gestión del gobierno, por supuesto, debe estar siempre presente, sea cual sea el objeto o la motivación, dado que la gestión que hace el Gobierno sobre cualquier asunto es algo que nos incumbe a todos, sin excepción. Pero igual que creo firmemente en esta actitud y este talante, también considero que debe evitarse la utilización como objeto de un debate plenario de las opiniones vertidas por terceros, por personas particulares ajenas a la política y que expresamente piden permanecer en ese estado.

Creo que no soy quién para juzgar en calidad de representante político, como se me solicitaba hace unos días, si una opinión vertida por un particular es o más o menos acertada. Me reservo mi opinión personal, que podrá ser más o menos favorable, pero no considero que ese sea objeto de mi tarea política.

Pienso que exigir a los políticos que valoremos las opiniones vertidas por ciudadanos en su ámbito privado, es algo más propio de una tertulia doméstica que de un salón de plenos. Y por respeto, ética y dignidad, seguiré tratando de defender la tarea que nos corresponde como políticos y protegiendo la intimidad de quienes no deben verse envueltos en ningún tipo de afrenta política. Exactamente lo mismo que pedí hace unos días.

Las acusaciones de comisión de falsos delitos, las calumnias… no son el mejor camino para llegar al entendimiento de quienes debiéramos primar esta premisa por encima que cualquier otro tipo de interés. La ciudad al completo espera lo mejor de nosotros, lo mejor de quienes gobernamos y de quienes, desde la oposición, aportan su grano de arena. El secreto es aportar, sumar, enriquecer por encima de diferencias o posicionamientos políticos.

La política no es el arma arrojadiza, sino el instrumento que nos permite conectarnos. Así la he entendido yo siempre y así la seguiré ejerciendo mientras tenga oportunidad de practicarla, del mismo modo que combatiré la difamación y la crispación promovida por aquellos que entienden que ese es el mejor caldo de cultivo para sus propios intereses, por encima del interés general.

Chantaje

Artículo de Quique Ruiz, Portavoz del PP en Alcoy

El Ayuntamiento de Alcoy vivió una situación absolutamente excepcional con motivo del último Pleno ordinario. Y no fue precisamente el hecho de que los concejales del Partido Popular abandonásemos la sesión. En 2004 ya se produjo una situación similar, entonces con el PSOE como protagonista de la salida. Lo realmente grave fue comprobar cómo la tercera teniente de alcalde, Vanesa Moltó, cumplía la amenaza que la víspera había lanzado sobre la concejal Amalia Payá, del PP.

Mi compañera fue víctima de un chantaje por parte de la regidora del PSOE. El día antes del Pleno, Vanesa Moltó se presentó en nuestro despacho solicitando que retirásemos del orden del día las preguntas que habíamos presentado en torno al concurso Viure al Centre. Seguro que lo recuerdan. Fue la campaña en la que el Ayuntamiento plantó una caseta de madera en plena Bandeja para publicitar las ventajas de vivir en el Centro de Alcoy. Aquella campaña le costó 40.000 euros al Ayuntamiento.

Con nuestras preguntas queríamos saber si el Gobierno de Alcoy conocía las críticas vertidas en redes sociales por los ganadores del concurso a lo que para ellos representa vivir en el Centro. Y queríamos conocer también qué valoración hacía el Gobierno de la deriva de aquella campaña que desde el primer momento fue el hazmerreír en medios de comunicación de toda España.

En su visita a nuestro despacho, Moltó pidió a nuestra concejal que retirase esas preguntas si no quería un pleno bronco. ¿Y por qué podía ser un pleno bronco? Porque la concejal del PSOE tenía una grabación de la ganadora del premio en la que decía que una chica del PP le llamaba y que se sentía acosada. La teniente de alcalde llegó a mostrar la grabación, completando el chantaje: retirad las preguntas o tendréis un pleno bronco. El pasaje parece extraído de una película de gánsteres de serie B. Pero sucedió en nuestro Ayuntamiento en pleno siglo XXI.

Los concejales del grupo municipal del PP decidimos no aceptar ni amenazas ni chantajes ni extorsiones. Y mantuvimos las preguntas. Mantuvimos nuestra dignidad. Fue entonces cuando la teniente de alcalde cumplió su amenaza en el Pleno: acusar sin fundamento al Partido Popular de intentar persuadir a la ganadora para que criticase al Gobierno. Es decir, según la lógica del PSOE, en la Alcoylandia en la que vive el Gobierno todo es perfecto y si alguien critica algo es porque está movido por la oposición. Nunca por voluntad propia, como si los ciudadanos no tuviesen capacidad para pensar por sí mismos.

A pesar de que Amalia Payá rechazó la acusación de forma tajante en su único turno de intervención, Vanesa Moltó insistió en las falsas imputaciones en su último turno de palabra, cuando la oposición ya no tiene derecho a réplica. Insistió en sus falsedades. Consumó su amenaza, acusando a nuestra concejal sin aportar pruebas ni datos que confirmasen sus aseveraciones. Nos condenó públicamente a base de mentiras quien precisamente nos había chantajeado el día anterior. Y lo hizo cuando ya no podíamos defendernos. La situación era intolerable. La única opción de protesta ante tales acusaciones era abandonar el salón de Plenos. Manifestamos de esta forma nuestra disconformidad con el atropello sufrido por parte del Gobierno.

En estos dos años de legislatura hemos tolerado insultos, descalificaciones personales y abusos de autoridad por parte del alcalde y de su Gobierno. Pese a no compartirlo, podemos entender que estas prácticas formen parte del juego político del PSOE. Lo que no podemos permitir son las amenazas, los chantajes y las acusaciones gratuitas.

Amalia Payá ha hablado en dos ocasiones con la ganadora del premio, siempre dentro del ejercicio de las funciones democráticas como concejal de la oposición. La primera, el pasado año, para interesarse por los retrasos en la entrega del premio del concurso. La segunda, a principios del pasado abril, para conocer los motivos de los comentarios publicados en redes sociales en contra de vivir en el Centro. Por eso llama la atención que a 24 horas del pleno y un mes después del segundo y último contacto con la ganadora del concurso, apareciese en manos de la concejal una grabación con la que pretendía evitar unas preguntas presentadas dos días antes por el PP y de las que solo el PSOE tenía conocimiento. Demasiadas casualidades.

Es posible que al PSOE le moleste que hablemos con la gente. Que nos preocupemos de los problemas de la ciudad y cumplamos con el deber de control y fiscalización que nos han encomendado los ciudadanos. Seguro que le molesta tener que hablar del resultado de una campaña que, vista la situación del Centro, produce vergüenza ajena como revulsivo para revitalizar el barrio. Pero la respuesta del PSOE rebasó todos los límites.

Lejos de normalizar el chantaje, debemos denunciarlo y desterrarlo de la vida política. Y más todavía cuando se sustenta en denuncias gratuitas, sin base alguna. Por eso nos vimos obligados a adoptar una decisión drástica: abandonar el Pleno. Lo hicimos a consecuencia de unos hechos extremadamente graves que no deben repetirse jamás en un Ayuntamiento democrático.

24 + 1 (YO)

Artículo de Marcos Martínez, edil No-Adscrito en Alcoy

Circunstancias personales, que ya he explicado con anterioridad, me llevaron hace unos días a abandonar la disciplina de mi partido y pasar a ser no adscrito. No es plato de gusto para nadie, y menos en las circunstancias que envuelven mi caso, en el que considero tener razón y ser la parte afectada.

Puesto que este proceso coincidió con la celebración de las comisiones informativas y la cercanía del pleno ordinario de mayo, opté por abstenerme en todos aquellos asuntos que vinieran con dictamen de la comisión, con el objeto de interferir lo menos posible de cara a las distintas formaciones políticas.

La Ordenanza de Regulación de Aparcamientos era uno de ellos y este es el primer motivo de mi postura. No obstante, me gustaría compartir mi reflexión respecto a la propuesta, pues creo que dará validez a la abstención por mi parte, además de la razón ya expuesta. Nada más lejos de conspiraciones, apoyos encubiertos o amiguismos que algunas formaciones se han encargado de querer vender a la opinión pública.

En primer lugar, decir que todo esto es consecuencia del deficiente proceso de peatonalización aprobado con el apoyo explícito de unos y por inacción de otros. ¿Qué diferencia hay entre una ordenanza y otra? Fundamentalmente es que el principal daño ya estaba hecho (la ordenanza de peatonalización a cualquier precio) por motivos meramente ideológicos, y ahora tocaba salvar la honrilla ante los vecinos.

Desde mi punto de vista, ante una demanda del sector del comercio y la hostelería, se me presenta un dilema importante: ¿tienen razón los vecinos en sus reivindicaciones? SÍ. ¿Tienen razón comerciantes y hosteleros en las suyas? SÍ. ¿Quién tiene derecho a exigir soluciones? Ambos. No es por tanto tan descabellado abstenerse ante esta situación y no posicionarme en contra de nadie, puesto que todos merecen mis respetos. Eso sí, aportando alternativas y/o soluciones que intenten paliar de alguna manera los problemas del Centro de Alcoy, e intentar acercar posturas para que unos y otros puedan quedar satisfechos. Las circunstancias son las que son, y esa abstención propició que el voto de calidad del Alcalde (que no mi voto favorable), sacara adelante esta Ordenanza. Seguramente alguno respiró hondo al anunciar el sentido de mi voto, aunque esto ya no lo sabremos (o quizá sí).

Entre las propuestas que presenté está la alternativa del parking de la calle Sant Joan, cercana a la zona de comercios y servicios, que ofrece más posibilidades de aparcamientos libres en sus alrededores, así como una mayor movilidad a la hora de buscar aparcamiento. También planteé la posibilidad de abrir la calle La Cordeta en sentido ascendente, para no obligar a todo el que busque o use el aparcamiento de Torremanzanas a tener que pasar por la Calle Casablanca, sobrecargándola.

Por supuesto, propuse una alternativa de otra índole, como es el diálogo, diálogo y más diálogo con los vecinos afectados, con información clara y veraz, y escuchando todo lo que tengan que aportar y opinar. Y también que no se tenga ninguna prisa en poner en marcha esta ordenanza y que se espere a que las condiciones sean las más adecuadas, estudiando y sumando alternativas varias antes de dar el paso definitivo.

Personalmente voy a trabajar para que esto sea así, en primer lugar alegando y hablando con todas las partes, buscando puntos de encuentro, y sobre todo, demandando al Gobierno que ponga de su parte y facilite las cosas. De ello dependerá mi voto cuando vuelva a pasar por pleno. Recuerden, señores del Gobierno, que en la segunda votación sobre la peatonalización, ya perdieron gran parte de los apoyos.

La peatonalización, por suerte o por desgracia, ya está implantada (cada palo que aguante su vela), y toda la oposición pensamos y hemos puesto de manifiesto que no es una buena ordenanza. Ya que hay que “apechugar” con ella, no nos conformemos con criticarla. Trabajemos para mejorarla, y como no dependo de ninguna disciplina de partido me pongo al servicio de los alcoyanos para estudiar de manera objetiva lo que sea mejor para la ciudad.